viernes, 9 de noviembre de 2012

Abróchense el cinturón las previsiones de Sala i Martín sobre la herencia económica de Obama


 Abróchense el cinturón las previsiones de Sala i Martín sobre la herencia económica de Obama


02/11/2012 - Economía

El prestigioso economista advierte de un “precipicio fiscal”, un recorte del gasto y aumento de impuestos al que se enfrentará casi sin remedio Estados Unidos, y por efecto dominó Europa, a partir de enero de 2013
Isabel Ordóñez
Las perspectivas económicas para Estados Unidos y, por efecto dominó, para el resto del mundo, especialmente la Unión Europea y más concretamente España, no pintan nada bien, sobre todo a partir del 1 de enero de 2013.

Eso al menos es lo que opina el prestigioso economista Xavier Sala i Martín, quien hace una reflexión sobre las consecuencias del “monumental” incremento que ha sufrido el “techo de la deuda pública” en Estados Unidos desde 1980, pasando de 1 billón de dólares en esa fecha hasta los 14,294 billones a los que se ha llegado a mediados de abril de este año.

Y, ¿cuáles son esas consecuencias?

Pues que, tras las elecciones presidenciales del próximo 6 de noviembre, la herencia económica que dejará Barack Obama es la de un auténtico “precipicio fiscal”, al que tendrá que enfrentarse ineludiblemente él mismo si las gana o su contrincante republicano, Mitt Romney, según afirma Sala i Martín en un artículo de opinión publicado en su blog y que lleva por título “Próxima Crisis: El Precipicio Fiscal de Estados Unidos”.


Al hablar de “precipicio fiscal” (‘fiscal cliff’ en inglés), el también catedrático de Economía en la Universidad de Columbia y discípulo a su vez del influyente economista estadounidense, especializado en macroeconomía, Robert Barro, se refiere ni más ni menos que a la combinación de un duro recorte del gasto público y fuertes aumentos de impuestos, necesarios para poder reducir el “techo de deuda”, y que “van a representar una reducción del déficit fiscal del 5% del PIB durante el 2013”.

“Esa drástica reducción del déficit fiscal comportará una contracción de la demanda interna norteamericana y, por lo tanto, puede poner a los Estados Unidos en la senda de la recaída dado el precario estado de salud del que goza la economía norteamericana en estos momentos”, añade el economista.

Un “techo de deuda” disparado: no solo Obama
Cabe matizar que el gran incremento del “techo de deuda pública” producido desde 1980 no es únicamente responsabilidad de la Administración Obama, tal como se puede observar en el gráfico adjunto, reproducido a partir del artículo de Xavier Sala i Martin.


Así, Reagan, Bush padre, Clinton y Bush h¡jo también incrementaron significativamente esa deuda pública antes que lo hiciera, de forma más espectacular si cabe, el propio Obama.

La cuestión es que, “durante los últimos años de George W. Bush y, sobre todo, los cuatro años de Barak Obama, el déficit fiscal federal se ha disparado.

En cada uno de los cuatro últimos años, el déficit fiscal ha superado los mil millones de dólares”, subraya Sala i Martín.

“Las necesidades de financiación del gobierno federal han hecho que el techo aprobado por el Congreso haya subido casa cada año bajo congresos republicanos, demócratas y divididos”, agrega.

¿Por qué a partir del 1 de enero de 2013?

Pero, “¿por qué se producirán un aumento de impuestos y un recorte del gasto el 1 de Enero de 2013?”, se pregunta el experto economista.

La respuesta tiene que ver con que “el 12 de Febrero de 2010, el Congreso aprobó el techo de 14,294 billones de dólares.

Ese era el límite que estaba en vigor durante 2011.

El problema para los Estados Unidos es que el déficit del Gobierno Obama era tan monumental que se alcanzó ese límite a mediados de Abril, dejando al gobierno sin capacidad de emitir deuda y, por lo tanto, realizar pagos a partir de ese momento”.


Solo si el Congreso volvía a aumentar el techo del gasto se podrían afrontar los pagos de los empleados y los suministradores a partir del mes de agosto, tal como proyectó el secretario del tesoro, Tim Geithner.

El problema es que el Congreso estaba controlado por el partido republicano, concretamente por el ala más dura, el ‘Tea Party’, que había arrasado en las elecciones legislativas de Noviembre de 2010, y este se negaba a incrementar la deuda pública.

Con este escenario, “el día 31 de Julio, el presidente Barak Obama y el presidente del congreso John Bohner anunciaron la ley de control de presupuestos de 2011 (‘Budget Control Act of 2011’) con la cual se incrementaba el techo de la deuda y, por lo tanto, Obama podía seguir gestionando su gobierno y, a cambio, se introducían toda una serie de recortes automáticos de gasto y toda una serie de aumentos de impuestos que entrarían en vigor a partir del 1 de Enero de 2013 (fecha cuidadosamente seleccionada justo después de las elecciones presidenciales)”, aclara Sala i Martín.

“Abróchense el cinturón”

Así las cosas, el escenario que se abre a partir del 1 de enero del año próximo es el de una combinación de grandes recortes y aumentos de impuestos.

“Por la parte de los impuestos, se producirá automáticamente un aumento del impuesto sobre la renta, del impuesto del patrimonio y del impuesto de sociedades el 1 de Enero.

Básicamente lo que se hace es eliminar los recortes introducidos por Bush en 2001 y 2003”, señala el catedrático de economía.

“Por el lado del gasto, también el 1 de enero entrarán en vigor unos recortes (‘sequestration’ en inglés): la mitad de los recortes tendrán lugar en el sector militar y el resto en los programas sociales, seguridad social y Medicare (sanidad pública para ancianos)”, añade.

Todo ello vendrá a significar ese “impacto en el déficit de cerca del 5% del PIB”.

La única manera de evitarlo es que “el Congreso apruebe un plan multianual alternativo que reduzca el déficit en 1,2 billones (trillones americanos) en los próximos años”, advierte.

“El problema es que para que ese plan alternativo se apruebe, es necesario que lo haga el Congreso, el Senado y el presidente de los Estados Unidos”, una combinación difícil de casar según las previsiones de cara a las próximas elecciones.

Por todo ello, concluye Xavier Sala i Martín, casi con toda seguridad “la ley de control de presupuestos activará automáticamente los recortes y los Estados Unidos y, por ende, el resto del mundo entero, estaremos al borde del precipicio fiscal.

Abróchense el cinturón”.


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