Benedicto XVI ha
designado prefecto de la Casa Pontificia a su secretario personal, el sacerdote
alemán Georg Gänswein
El ascenso del «gentleman» vaticano - Foto: Efe
7 Diciembre 12 - - Darío Menor
Madrid-El Papa designó ayer a su
secretario personal, el sacerdote alemán Georg Gänswein, prefecto de la Casa
Pontificia, por lo que se convierte en el hombre clave para acercarse a
Benedicto XVI, pues en él recae a partir de ahora la responsabilidad de organizar
las audiencias.
El ascenso de Gänswein, que no dejará
de ser el secretario personal, venía rumoreándose desde hace semanas y lleva de
la mano su nombramiento como arzobispo.
El Papa, quien oficiará su ceremonia de
ordenación el próximo 6 de enero, premia con esta decisión a su colaborador más
cercano, quien lleva a su lado desde 2003, cuando aún era prefecto de la
Congregación para la Doctrina de la Fe.
Monseñor Georg, o Don Georg, como se le conoce en los círculos vaticanos, está acostumbrado a recibir piropos tanto por sus capacidades intelectuales y su trabajo como por su agraciada apariencia física.
Monseñor Georg, o Don Georg, como se le conoce en los círculos vaticanos, está acostumbrado a recibir piropos tanto por sus capacidades intelectuales y su trabajo como por su agraciada apariencia física.
Tiene cuerpo de atleta y apuesto rostro
varonil, que, según su legión de admiradores de ambos sexos, recuerda al de un
tocayo suyo apellidado Clooney.
Hay también quien dice que le recuerda
a otra estrella del celuloide, Steve McQueen.
Los diarios de su país le llaman sin
empacho «el guapo Georg».
El mundo descubrió a la persona más
cercana al Papa dos meses después de la elección como Pontífice de Joseph
Ratzinger.
Corría el mes de junio de 2005 y
Benedicto XVI realizaba su primera visita al palacio del Quirinal, la sede de
la presidencia de la República italiana.
Franca Ciampi, la esposa del entonces
jefe del Estado, Carlo Azeglio Ciampi, le espetó entonces al obispo de Roma sin
rubor: «Santidad, felicidades por su joven secretario.
¿Cómo se llama?»
Desde aquel momento, no han cesado los
comentarios sobre el atractivo aspecto de Gänswein.
Éstos subieron incluso de tono después
de que la revista italiana del corazón «Chi» publicase unas fotos en las que se
veía al secretario papal jugando al tenis, elegantemente vestido con un polo
negro, unos pantalones cortos del mismo color y sus blancas zapatillas de
deporte.
Además del tenis, al nuevo prefecto de
la Casa Pontificia le gusta el esquí y tocar el clarinete.
Es tal la fascinación que provoca que
tiene incluso un club de admiradores.
El ascenso de Gänswein no es ajeno a la crisis que ha vivido este año el Vaticano por las filtraciones a la prensa de cartas y documentos confidenciales del Papa.
El ascenso de Gänswein no es ajeno a la crisis que ha vivido este año el Vaticano por las filtraciones a la prensa de cartas y documentos confidenciales del Papa.
Nombrándole arzobispo y aumentando su
poder, Benedicto XVI coloca a una de las personas en que más confía en un
puesto clave para evitar que vuelva a repetirse un problema similar en el
futuro.
También supone un respaldo manifiesto a
su trabajo que quita la razón a quienes criticaban a Gänswein por no haber sido
capaz de controlar a su subordinado, Paolo Gabriele, el mayordomo del Papa que
robó, fotocopió y pasó a los medios los documentos privados.
Al propio Gänswein le tocó testificar durante el proceso a Gabriele el pasado octubre.
En el aula del tribunal vaticano donde
se celebró el juicio su habitual cara sonriente adquirió una expresión de preocupación
y de manifiesta incomodidad.
El secretario fue el primero en señalar
al mayordomo como posible culpable después de descubrir que habían salido a la
luz tres documentos dirigidos a él que todavía no había archivado.
Además de su tono amable y aspecto atractivo, monseñor Gänswein cuenta con un rico currículum.
Además de su tono amable y aspecto atractivo, monseñor Gänswein cuenta con un rico currículum.
Nació en 1956 en Waldshut, en la región
alemana de la Selva Negra.
Es el mayor de cinco hijos (dos
hermanos y dos hermanas) y su padre era herrero de profesión.
Estudió Teología en Friburgo y Roma y
se ordenó sacerdote en 1984 en esta misma diócesis.
Luego se doctoró en Derecho Canónico en
la Universidad de Múnich, pasando a continuación a ser colaborador personal del
arzobispo de Friburgo.
En aquellos años, en la ciudad que visitaría luego como secretario del Papa en 2011, Don Georg fue también juez del tribunal diocesano.
En aquellos años, en la ciudad que visitaría luego como secretario del Papa en 2011, Don Georg fue también juez del tribunal diocesano.
Cambió su patria por Roma en 1993,
cuando comenzó su primer trabajo en la Curia en la Congregación para el Culto
Divino y la Disciplina de los Sacramentos, dirigida entonces por el cardenal
español Antonio María Javierre.
De ahí pasó a la Congregación para la
Doctrina de la Fe, donde se convirtió en el secretario personal del entonces
prefecto, el cardenal Joseph Ratzinger, quien sería elegido Papa.
Don Georg domina seis idiomas y es
canonista
Benedicto XVI ha tenido dos secretarios.
Antes de Gänswein, el secretario del
entonces cardenal Ratzinger era el también alemán Josef Clemens.
Con este nombramiento, Don Georg se
afianza en la jerarquía vaticana logrando un poder que ni siquiera tuvo en su
momento el secretario personal de Juan Pablo II, Stanislaw Dziwisz.
La confianza manifiesta que el Papa
tiene en él, su conocimiento de idiomas (habla alemán, italiano, francés,
inglés, español y latín), su experiencia como canonista y los años que lleva en
la Curia romana hacen de Georg Gänswein uno de los protagonistas del gobierno
de la Iglesia.
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