Entrevista
al redentorista Tadeusz Rydzyk, fundador de Radio María polaca
ROMA, miércoles
14 noviembre 2012 (ZENIT.org).-
El pasado 6 de noviembre, el padre redentorista
Tadeusz Rydzyk CSsR, fundador y director de Radio María polaca informó
detalladamente en Roma, en el marco de una peregrinación de cinco mil
trabajadores, comunicadores, amigos y simpatizantes de la emisora, sobre las
dificultades que atraviesan los medios en el país natal del beato Juan Pablo II
y en especial Radio María y su emisora TV Trwam, a los que se discrimina
sutilmente desde las instancias oficiales.
En una entrevista
concedida a ZENIT, el fundador de Radio María de Polonia explica la evolución
de los medios en este país, así como de los medios católicos y las vicisitudes
políticas que han tenido que afrontar, desde el régimen comunista al actual
radicalismo libertario, que prima en el país europeo.
La
atención y el cuidado de los medios católicos para comunicar el mensaje
evangélico es una prioridad de la Iglesia. ¿Cuál es la situación de los medios
católicos en Polonia?
--Padre Rydzyk:
Recuerdo que hace muchos años Juan Pablo II, durante una conversación, me
preguntó sobre la posibilidad de fundar una televisión católica.
Cuando uno de los
presentes dijo que en Polonia había ya una pequeña TV católica de los padres
franciscanos (lamentablemente cerrada en pocos años), respondí: “Está muy bien
que haya una pero sería deseable que en Polonia el porcentaje de los medios
polacos se correspondiera con el índice de polacos, y el porcentaje de medios
católicos con el índice de católicos”.
¿Quiere
decir que los medios de lengua polaca están en manos extranjeras y el
porcentaje de medios católicos es pequeño?
--Padre Rydzyk:
Justamente. En todo el espectro de los medios de comunicación social en
Polonia, los media
católicos--y generalmente los media
independientes– son una parte mínima.
Esto se podía
comprender durante el comunismo donde todo estaba controlado y regulado por el
régimen, pero con la llegada del sindicato indipendiente Solidarność se
esperaba un multiplicarse de los media
católicos y la libertad de difundir la santa misa en la radio.
Pero
el golpe del general Jaruzeski en 1981 bloqueó estas aspiraciones…
--Padre Rydzyk:
El estado de guerra bloqueó la vida democrática hasta 1989.
Con la caída del
Muro de Berlín hubo un acuerdo entre gobierno y episcopado.
Desde entonces,
las diócesis pudieron tener su propia emisora de radio.
Los obispos nos
proporcionaron sus frecuencias de radio y así fundamos y difundimos Radio
María.
¿Qué
problemas deben afrontar los medios católicos?
--Padre Rydzyk:
Cuando hablamos de los media
no podemos limitarnos al aspecto técnico o al equipamiento sino que tenemos que
pensar antes que nada en los periodistas.
En el período
comunista, los estudiantes eran formados según el espíritu marxista.
Lamentablemente
hoy al modelo marxista se ha sumado el radical-libertario.
Para hacer crecer
a los media
católicos había que comenzar por la formación de los periodistas en las
escuelas y universidades católicas.
En general la
situación de los medios de comunicación católicos es difícil.
Para dar un
ejemplo, el semanario Niedziela (El
Domingo), fundado hace 86 años, fue cerrado dos veces: la primera en 1939,
durante la segunda guerra mundial, y la segunda en los años 50 [del siglo XX]
por las autoridades comunistas durante 26 años.
Fue relanzado en
los años 80 gracias a monseñor Ireneusz Skubis y llegó a ser uno de los más
difundidos semanarios católicos polacos.
Hoy resiste
todavía, aunque haya problemas económicos.
Los ambientes
radical-libertarios disponen de enormes inversiones para los media, que la
Iglesia no tiene, aunque sea acusada de ser rica, afirmación que no se
corresponde con la verdad.
Además, hay
dificultades para obtener los permisos y las concesiones para trabajar.
Es relativamente
más fácil obtener el permiso para publicar diarios, libros pero cuando se trata
de la radio o de la televisión, hay todavía barreras ideológicas.
La gente que está
en el poder en Polonia estaría dispuesta a concedernos tales permisos si
fuéramos más “políticamente correctos”, es decir sometidos a su modelo
cultural.
Pero plegarse a
tal chantaje es limitar las posibilidades de evangelizar.
Los media católicos
deber ser independientes de cualquier sistema político-financiero y de los
poderes fuertes de este mundo.
Los media fundados por usted –Radio Maria y TV Trwam– están
pagando un caro precio por su independencia...
--Padre Rydzyk: A
principios de 1991, Radio María obtuvo el permiso para transmitir sólo desde
dos pequeñas emisoras.
Luego hubo una
enorme presión de la sociedad civil.
Millones de
personas y diversas organizaciones manifestaron esta a nuestro favor, de manera
que Radio María obtuvo la licencia para transmitir en todo el país.
Sin embargo, si
se confronta la potencia de las emisoras privadas, quedamos en desventaja
porque es verdad que cubrimos todo el país pero no en modalidad estéreo como
otras emisoras.
A pesar del hecho
de que también el Tribunal Supremo de Control (NIK) y el Parlamento
reconocieran que estamos discriminados y que no hay paridad de trato, no ha
cambiado nada.
Visto que Radio
María existe y resiste, se está intentando penalizarnos desde el punto de vista
económico.
La misma cosa
sucede con la TV Trwam.
Ciertos grupos de
poder quieren impedir a la TV católica estar presente en la plataforma digital
y que desde el año próximo asegurará a los polacos el acceso gratuito a una
serie de emisoras de televisión.
Nos han negado una
concesión mientras que han dado trece a un solo grupo y dos a otro.
Además, han
concedido las licencias a las emisoras que no satisfacen los criterios para obtenerlas.
Desde
hace años, Benedicto XVI denuncia a Europa por el fenómeno de la
“cristianofobia” que no tiene ya la forma de persecución física pero se ha
hecho más sutil.
--Padre Rydzyk:
El problema es que allí se piensa que el comunismo como sistema esté acabado,
en realidad sólo ha asumido semblantes diversos.
Hoy no se hacen
llamar ya comunistas pero la ideología dominante es siempre la misma, alejada
de Dios y demasiado a menudo contra Dios y contra la Iglesia.
Los
comunistas polacos han realizado la operación, podríamos llamar
“gattopardesca”, por la cual “hay que cambiar todo para que nada cambie”.
--Padre Rydzyk:
Así es. Ahora no hay ya persecución física pero se usan otras formas de
discriminación.
El Parlamento ha
decidido elevar la tarifa para la licencia TV hasta 26 millones de euros y una
ulterior de diez millones de euros al año por los gastos de la frecuencia.
Sumas enormes que
seríamos capaces de desembolsar.
Y el presidente
firmó este proyecto de ley liberticida.
Pero lo más
preocupante es que el gobierno podrá decidir, caso por caso, si aumentar o
disminuir tales tarifas.
Esto quiere decir
que los gobernantes podrán favorecer a ciertas emisoras y discriminar a las
demás.
Si nosotros, como
editores católicos, seguimos la enseñanza de la Iglesia como a defensa de la
vida naciente, somos mal vistos y somos discriminados.
Lo mismo en
cuanto a la enseñanza social de la Iglesia: si denunciamos el utilitarismo, o
criticamos cómo se desmantela el sistema nacional sanitario, que en la práctica
priva a los ciudadanos del derecho a ser tratados, llegamos a ser incómodos y
somos discriminados.
Lamentablemente,
en nuestra época, a menudo no tienen voz las personas que buscan y pretenden
proclamar la verdad.
Querría
hacerle una pregunta delicada: algunos dicen que no todos los miembros de la
Conferencia Episcopal polaca apoyan a Radio Maria y TV Trwam.
¿Es verdad?
--Padre Rydzyk:
Nuestra fuerza es Dios y la gente, los millones de oyentes y telespectadores.
Pero existe
también un gran apoyo y ánimo del Episcopado polaco.
Tres veces, todo
el Episcopado reclamó un espacio en la plataforma digital para nuestra
televisión.
Más de una vez han
agradecido tanto a Radio María como a TV Trwam por lo que hacen y expresaron
aprecio por nuestro compromiso evangelizador.
Recuerdo que ya
una vez los gobernantes querían destruirnos, parecía el fin.
Pero en aquella
situación dramática los obispos reunidos en el monasterio de Jasna Gora, en Czestochowa,
nos defendieron y agradecieron a Radio María su papel en la evangelización
de Polonia.
Juan Pablo II nos
apoyó todo el tiempo: si no hubiera estado él con su ayuda, Radio María
habría desaparecido.
Hoy sentimos
también la cercanía de Benedicto XVI que, para el XX aniversario de
Radio María, nos envió un mensaje de reconocimiento y de ánimo.
Recientemente, el
cardenal Stanislwa Dziwisz, durante la celebración de Santa Misa para la
Familia de Radio María, en la parroquia de Radziszowice, dijo: “Lamentamos
que los grandes eventos de la Iglesia no se transmiten por los media públicos,
pero está Radio María y TV Trwam y por esto les doy las gracias.
Espero que tengan
los permisos que necesitan.
No se entiende
que, mediante decretos, se quiera eliminar a quienes piensan diferente.
Hay que respetar
los derechos de la sociedad, los derechos de millones de personas que oyen y
ven Radio Maria y TV Trwam.
Esta es mi
opinión y espero que sea también la opinión de muchos”.
Quería subrayar
que en el mundo que proclama el pluralismo de los medios y la libertad de
expresión, Radio María quiere existir sólo para servir a la Iglesia y difundir
su doctrina.
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