Testimonio de un miembro del Regnum Christi a los Legionarios de Cristo y a los consagrados y consagradas del mismo

A mis amigos y amigas:

I. Introducción

He querido compartir algunos pensamientos sobre los temas del título de este correo. Después del acompañamiento, como miembro del Movimiento Regnum Christi de la legión de Cristo en el proceso que se ha llevado desde el mes de febrero de 2009, cuando se reconoció públicamente la vida del fundador, hasta el día de hoy, 29 de febrero de 2012, fecha en que el Delegado Pontifico regresa a Roma después de realizar su primer viaje a la tierra mexicana, donde la congregación tiene sus raíces, donde tiene más sacerdotes en el mundo después de Roma y donde también participamos el mayor número de laicos comprometidos, a través del Regnum Christi, al servicio siempre de la Iglesia.

En esto últimos días he tenido la oportunidad de platicar con sacerdotes bien informados, también de conversar largo con alguna de las consagradas que ha decidido dejar el Regnum Christi para fundar una nueva rama al servicio de la Iglesia. Ayer tuve la gracia de escuchar aquí en la Ciudad de México al Delegado Pontifico en dos ocasiones y de poder conversar, breve pero profunda y sustancialmente con el Padre Álvaro Corcuera, director general del Regnum Christi. También salude y tuve un breve encuentro con el mismo Delegado Pontificio, el Cardenal de Paolis.

Tres años de sucesos intensos, duros, desafiantes y porque no decirlo, también con su dosis de vergonzantes y de toparnos con la realidad de la misma perversidad como "kick off" o inicio a esta crisis que en mi humilde opinión inicia hoy un nuevo capítulo hacía la esperanza, la alegría y la gratitud a Dios quien siendo quién es no se mide en bondad con nosotros al sabernos a nosotros, la familia legionaria, también un carisma del cual se nutre y santifica la Iglesia de Cristo. La cual siempre y por definición es y será santa y pecadora. ¿Cómo no ser tres veces santa al ser Jesucristo la cabeza de este cuerpo místico? ¿Cómo no ser pecadora al estar compuesta por hombres y mujeres de ayer, de hoy y de mañana quienes la santificamos y la manchamos cada vez que ofendemos a Dios con nuestros pecados?

Pues mientras Cristo, «santo, inocente, inmaculado» (Hb 7,26), no conoció el pecado (cf. 2 Co 5,21), sino que vino únicamente a expiar los pecados del pueblo (cf. Hb 2,17), la Iglesia encierra en su propio seno a pecadores, y siendo al mismo tiempo santa y necesitada de purificación, avanza continuamente por la senda de la penitencia y de la renovación. (Lumen Gentium, Paulo VI)

II. El Ayer ya Pasó, el mañana es una promesa, Hoy es el día que cuenta

Si pudiera sintetizar en tres puntos centrales el mensaje paternal e insistente del Señor Delegado Pontificio, este sería:

1. El Papa ama a la Legión de Cristo y confía en ella por eso nombró un Delegado para acompañarla en esta etapa de purificación, renovación y de esperanza. Si el Papa hubiera cedido ante las presiones de los medios simplemente hubiera dado fin a esta obra pues para eso tiene las llaves de Pedro para hacer y deshacer, abrir y cerrar, crear y suprimir.

2. Ya no sigan metiendo sus manos a sus heridas y veamos hacia adelante. La misión del Regnum Christi y de la Legión de Cristo en su servicio  a la Iglesia y a los hombres es lo que cuenta, lo que vale y lo único que nos debe importar. Con la mira en el futuro a donde Cristo nos conduce y viviendo el presente con alegría y esperanza en el cumplimento diario del deber.

3. El Regum Christi está ligado a la misma fundación de nuestra madre Iglesia citando a san Pablo donde menciona que el Reino de Cristo restaura todas las cosas.

De la misma manera, el Regnum Christi está llamado a renovarse para ser siempre fiel a su misión en la Iglesia. Nuestro lema: "Venga tu Reino", está insertado en el corazón del Padre Nuestro que ayer nos recordaba el Evangelio en nuestra oración suprema, dictada por el mismo Jesucristo a sus apóstoles. El corazón de la fe mexicana, después de nuestra Sagrada Basílica Guadalupana se encuentra ahí donde estará  en un mes el Santo Padre, el Cerro del Cubilete donde la figura de Cristo Rey se yergue victoriosa desde el centro geográfico de nuestro país. Por eso nuestra jaculatoria principal es: Cristo Rey Nuestro, Venga tu Reino.

Le comenté al Padre Corcuera que me recordaba en él a Paulo VI, el papa en la tempestad, con toda proporción guardada. Paulo VI enfrentó quizá la crisis más severa de nuestra Iglesia en la era moderna tras la conclusión del Concilio Vaticano II. Los hombre de Dios no están llamados a la popularidad sino simplemente a cumplir su misión. Le dije que aunque pareciera que Cristo a veces duerme en nuestra pequeña barca está más presente que nunca. Aunque hemos estado temerosos por la tempestad quien conduce la barca tiene el poder para cuando él decida de un sólo grito parar la tempestad y regresar a la calma y así será.

En lo personal pienso que lo más ruidoso y doloroso ya esta pasando y tenemos enfrente el paso de la restauración, de la reforma según Cristo y según las manos que nos llevan con la bendición y el afecto del sucesor de Pedro a quien siempre recuerdo como el más valioso don que he recibido en mis 37 años desde ECYD y después Regnum Christi: "a donde vaya el papa vamos nosotros". Si se detiene nos detenemos, si avanza, avanzamos junto a él. Si gira a la derecha hacemos lo mismo. Donde está el papa está la Iglesia fundada por Jesucristo y punto final.

Vamos para adelante, vamos con alegría y llenos de esperanza a renovarnos en esta cuaresma de 2012 para y acompañar a nuestra Legión y Movimiento en esta fase iluminativa que concluye con la Pascua.


III. Sobre las consagradas  y sobre las ex-consagradas del Regnum Christi

La Iglesia es tan grande y tan sabia, que tiene un lugar para todos los que con corazón sincero queremos servir y agradar a Cristo desde el interior de su obra.

Un grupo de consagradas está en proceso de fundación de una nueva asociación pública de fieles bajo el auspicio del Arzobispo de Santiago de Chile, Monseñor Ricardo Ezzati. Esta obra ha sido denominada: "Totus Tuus" en recuerdo a las célebres palabras y lema de nuestro querido Juan Pablo II y su conocida devoción mariana.

Si Cristo llama a restaurar el Regnum Christi, si Cristo llama a fundar otras nuevas realidades, si Cristo me llama a mí,  si Cristo te llama a ti es simplemente porque Cristo es Cristo y Él es y será siempre todo en todos.

A mí lo único que me importa es ser fiel a lo que me llama a mi y yo de aquí soy.

Después de escuchar a sacerdotes y a consagradas en estas semanas les digo que no caigamos en los dimes y diretes que a veces escuchamos. Respetemos a quienes se van, respetemos a quienes se quedan y oremos mucho por todas las almas consagradas sacerdotales y laicas. De manera especial por quienes aún no han logrado salir del sufrimiento.

Yo he visto honestidad y sincero deseo de hacer las cosas como Dios manda en la parte de la Legión que alcanzan mis ojos y mi intuición tanto en la dirigencia como en los sacerdotes que conozco y veo actuar. Veo también a un Delgado que a sus 75 años y mereciendo la tranquilidad de un santo retiro al interior de su congregación italiana se pone a estudiar español, viaja a México, con paciencia y amor explica las mismas cosas una y otra vez. 

La mayor prueba de una persona consagrada no es la castidad sino la obediencia. Mi reconocimiento, gratitud y especial afecto por cada sacerdote y consagrado y consagrada que en callada obediencia y fiel siempre a su conciencia vive su llamado religioso.

El Delegado, Cardenal de Paolis, está hoy regresando de México a Roma, en un viaje relámpago que le costó mucho sacrificio llevar a cabo sólo para decirnos. ¡Ánimo! el santo padre está con el Regnum Christi y con la Legión, vayamos adelante que el camino de Cristo nos espera a todos, no perdamos más tiempo en lamentos ni lamidas de heridas, eso ya pasó.


IV. Gratitud

Un recuerdo a las palabras que pronunció el Padre Álvaro al finalizar la misa ayer en el Cumbres de Vista Hermosa. Nos expresó con mucha emoción su gratitud por el apoyo que hemos brindado a la legión de Cristo en estos años de su historia, nos dijo que nos amaba con todo su corazón y que todos merecemos tener sacerdotes santos. Agradeció al Cardenal de Paolis su apoyo, su acompañamiento y su visita a México.

Si en una palabra puedo resumir las palabras nuestro Director General esa palabra es gratitud. Gratitud a Dios, gratitud al santo padre, gratitud al Delegado Pontifico, gratitud a sus hermanos legionarios, gratitud, doble gratitud a las consagradas, a los consagrados y a cada uno de nosotros militantes del Regnum Christi quienes en nuestro corazón y oración hemos estado de manera especial en estos últimos años apoyando a la legión y al Regnum Christi.

V. Conclusión

Para cada uno lo único que importa es lo que le pide Cristo desde la intimidad de su corazón. Reconozco que en mis más de 37 años ligado a esta obra de Dios mis sentimientos han variado, en los años recientes mi corazón había estado tibio y a veces sólo encontraba los defectos de esta obra. Hoy sin embargo, me doy cuenta que a lo único que no puedo renunciar es a la misión que Dios me pide. Desde luego esta misión es mi esposa, mis hijos, mi trabajo, mi vida social y apostólica. 

Esta misión no es otra que sostenerme del brazo de Dios para cumplir fielmente mis deberes de hombre, de padre, de esposo, de ciudadano y de bautizado. Este brazo que me sostiene y del que me sostengo es una rama del árbol de la Iglesia de Cristo. Hay muchas ramas, muchas ramas fuertes y más antiguas. Pero la rama joven donde a mí me ha invitado Dios para nutrirme es esta a la que pertenezco. La misma que estamos podando, fumigando y fertilizando. En la misma  que decidí junto con Nelva que estudiaran mis hijos, en la que me formo desde hace 37 años, la que me da guía espiritual cada vez que la pido, la que ha impartido los sacramentos a mis hijos, la que fue testigo de mi matrimonio con Nelva, la que me ha acompañado, me ha formado y me da su vida día con día.

Gracias a cada legionario, a cada consagrado y a cada consagrada que ha tocado mi vida, que ha tocado la vida de mis hijos y la de Nelva. 

Nosotros como familia de aquí somos y desde aquí estamos a sus órdenes hoy y siempre.

Por la gloria de Dios, la salvación de nuestras almas y el triunfo definitivo y por siempre del Reino de Cristo que hace nueva y restaura todas las cosas.

Con mi gratitud y con mi oración siempre en Cristo, nuestro único Rey y Señor.


René Garza