Testimonio del papá de un Legionario de Cristo ante la situación de la Legión de Cristo y del Regnum Christi

Hola a todos:

Antes que nada, perdón por el atrevimiento, de darle click al botón de responder a todos. No pude vencer la tentación, de contribuir un poco con este mensaje.

Qué bueno René que te tomaste el tiempo de escribir tu mensaje, en verdad gracias. Si las noticias que nos preocupan un poco hacen olas, será nuestra responsabilidad contestar con buenas "vibras" y buenas intenciones que puedan no solo contrarrestar el posible efecto adverso que pudieran ocasionar sino crear un bien mayor.

Si nos unimos y cada quién contribuimos un poco, en lugar de quedarnos viendo, lo que pudiera parecer pequeño tomaría otra dimensión. Mi propuesta es que todos los que tengamos un testimonio a favor de la Legión y del Movimiento, por pequeño que parezca, tengamos el valor de enunciarlo. Seguramente se formaría un compendio difícil de derrotar. No estoy hablando de las grandes obras de la Legión que son evidentes y conocidas. Estoy hablando del efecto que la Legión y el Movimiento han tenido en nuestras vidas. En lo ordinario, en el convivir con los nuestros y en la comunidad donde nos toca vivir con ese prójimo con quién Dios nos acercó.

Yo quiero expresar un pedacito de mi testimonio, si me pusiera a enlistar aquí todo lo que el Movimiento y los Sacerdotes han influido en nuestra familia, los aburriría. Les comento:

Algunos de ustedes saben que hay un hermano legionario muy cerca de mi corazón, y eso que tiene casi ocho años que lo veo poco, siempre ha estado muy cerca. Y en estos últimos años, cuando escucho noticias de estas que nos estremecen un poco y nos hacen preguntarnos que va a pasar?

Con la Legión con el Movimiento etc, por obvias razones también me pregunto Ya sabrá? ¿Le habrán dicho? Le dirán solo una parte seguramente y todas esas dudas propias del que no sabe. Y pasa el tiempo y las dudas siguen hasta que nos toca hablar con él. Y primero platico de otros temas y no me atrevo a preguntarle de "esos", pero como en el transcurso de su plática lo escucho igual que siempre, pienso por un rato, está tranquilo porque no sabe y entonces le empiezo a entrar al tema como quién no le da mayor importancia para no darle a entender que estoy preocupado y siempre resulta que si sabe (y más que yo) y que eso no le roba su tranquilidad. Y a como me va explicando voy entendiendo que precisamente porque sabe cómo va el proceso y como lo están enfrentando todos ellos, están tranquilos y confiados de que es la mejor manera de enfrentarlo. De acuerdo con la Iglesia. Y entonces toda esa tranquilidad me la contagia. Y me inundo de alegría y tranquilidad y me siento un tonto por haber dudado y por haberme tardado en hablar con él.

Y esa fue mi tentación, contagiarlos a ustedes.

Suyo en Cristo, Víctor.