Filipinas
La ley de Salud Reproductiva obliga a un enfoque antinatalista y contrario
a la moral
El presidente de la Conferencia Episcopal
de Filipinas, Mons. Palma, declaró que la Iglesia retirará la condición de
católica a cualquier institución educativa que enseñase doctrinas o ideas
contrarias al Magisterio, con la finalidad de velar por el derecho de los
fieles a recibir una educación católica.
En paralelo, las autoridades
eclesiásticas llevarán a cabo un plan pastoral con los educadores para evitar
«malos entendidos» sobre el alcance la libertad académica.
Uno de los componentes nocivos del proyecto
de ley de Salud Reproductiva en Filipinas es la introducción obligatoria de la
educación sexual --de enfoque antinatalista y contrario a la moral católica--
para niños desde los cinco años de edad.
La Conferencia de Obispos Católicos de
Filipinas (CBCP) continúa su férrea oposición a la iniciativa y ha anticipado
que se exigirá a las instituciones educativas católicas que sus contenidos
estén acordes a las enseñanzas de la Iglesia.
En medio de la controversia y de las acciones
legales y religiosas en resistencia al proyecto de ley de Salud Reproductiva,
la Iglesia lleva a cabo una tarea pastoral con los educadores, señaló Mons.
Palma.
«En algunos lugares, hablamos primero con los
profesores, ya que algunos pueden tener un malentendido sobre lo que piensan
que es la libertad académica».
El Arzobispo recordó la importancia de
respetar la identidad de las instituciones: «Les decimos que si desean enseñar
esas ideas, no lo hagan en una escuela católica, porque están confundiendo a
los estudiantes».
El prelado también explicó que las
instituciones educativas católicas son seleccionadas por los padres de familia
para garantizar que los contenidos recibidos por sus hijos no contradicen sus
principios y valores.
«Ellos esperan que sus niños aprendan la doctrina
católica y reciban también formación católica», afirmó Mons. Palma.
«Sería una contradicción si los bombardeamos
con ideas que son contrarias a la doctrina oficial de la fe».
Este mismo enfoque se ha empleado en las
universidades católicas, en las cuales algunos grupos de docentes han
manifestado su apoyo a la ley de Salud Reproductiva.
El Arzobispo Palma aseguró que ellos tienen
libertad de defender estas ideas, pero que «lo hagan en otras universidades».
Ninguna institución universitaria católica ha
apoyado institucionalmente el controvertido proyecto de ley.
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