Que el peso de los hispanos (esa amalgama diversa compuesta de mexicanos, cubanos, puertorriqueños, salvadoreños…) en Estados Unidos será cada vez mayor nadie lo discute. La demografía es destino y (…)
Que el peso de los hispanos (esa amalgama diversa compuesta de mexicanos, cubanos, puertorriqueños, salvadoreños…) en Estados Unidos será cada vez mayor nadie lo discute. La demografía es destino y los números, al menos estos, no engañan.En lo que no nos ponemos de acuerdo es en la dirección que tendrá esta creciente influencia. ¿Se decantará por los demócratas o por los republicanos? ¿Fortalecerá a la Iglesia católica o a los grupos protestantes evangélicos? ¿vivirán a costa de las subvenciones o serán emprendedores que generarán nueva riqueza?
Por el momento, y a falta de respuestas claras, les recomiendo este artículo de Jeff Ziegler, The Coming Latino Majority, publicado en The Catholic World Report, que aborda el creciente peso hispano (latino, escribe Ziegler) en la Iglesia católica en Estados Unidos. Algunos de los datos que proporciona son estos:
- En 1940, de los 132 millones de estadounidenses, sólo 2 eran hispanos. De los 309 millones actuales, más de 50 millones son hispanos.
- El 68% de los hispanos en Estados Unidos son católicos; el 15% protestantes evangélicos.
- No fue hasta 1970 que fue nombrado el primer obispo hispano de Estados Unidos, Patrick Flores. Desde entonces 50 sacerdotes hispanos han sido nombrados obispos.
- El 40% de los católicos estadounidenses son hispanos.
- Los hispanos representan el 70% del crecimiento de la población católica en Estados Unidos.
- De los católicos hispanos, el 54% son carismáticos.
- Cuanto más tiempo lleva un hispano viviendo en Estados Unidos más probable es que abandone su fe católica.
Como decíamos: no sabemos cómo acabará todo esto, pero lo que sí está claro es que los Estados Unidos, y la Iglesia católica en USA, serán muy diferentes de los del tiempo del arzobispo Fulton J. Sheen y de Babe Ruth.
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