Ofremos
a continuación una entrevista realizada al P. Fidel Quiroz, L.C., párroco de
la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en Roma, desde 1993.
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P. Fidel, ¿por qué una basílica de
la Virgen de Guadalupe en Roma?
«Para el año de 1950 había algunas
imágenes de la Virgen de Guadalupe en diversas iglesias de la ciudad de Roma
y también existía ya la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Monte
Mario, que fue erigida el 22 de junio de 1936. No obstante, el Papa Pío XII,
con una visión de futuro admirable, consciente del papel que América estaba
llamada a asumir en la vida de la Iglesia de los tiempos venideros, quiso que
se edificara una iglesia que representase de un modo particular al pueblo
católico de México en esta ciudad del Sucesor de Pedro.
El Santo Padre quería que, así como
las naciones europeas tenían iglesias nacionales aquí, en el corazón del orbe
católico, también las naciones americanas cobraran visibilidad entre las
bellezas arquitectónicas del urbanismo romano, comenzando por México, cuyo
santuario de Guadalupe es corazón espiritual de toda América.
Nuestro fundador,
sin recursos económicos, pero muy pronto secundó los deseos del Papa, y
comenzó la construcción de una iglesia en la Vía Aurelia dedicada a la Virgen
de Guadalupe y San Felipe de Jesús, mártir. Después de muchas dificultades y
de un gran esfuerzo de recaudación de fondos que Nuestro fundador llevó a cabo
con la colaboración del P. Jorge Ruiz, amigo de Nuestro fundador, la iglesia
guadalupana en la Vía Aurelia de Roma llegó a ser una hermosa realidad.
Así, creo que podemos decir que,
detrás de esta iglesia, está el deseo del Papa Pío XII de que los pueblos
católicos de México y América Latina estuviesen representados en Roma. Es por
ello, en cierta forma, un reconocimiento en piedra a la presencia de los
católicos mexicanos y latinoamericanos en la vida y la misión de toda la
Iglesia. Ciertamente son muchas las patronas de las naciones americanas; pero,
entre ellas, la Virgen de Guadalupe tiene una especial importancia porque ya
en 1910 había sido declarada Patrona de América Latina por el Papa San Pío
X».
En enero de 1991, el Papa Juan
Pablo II concedió a la iglesia el título de basílica menor.
¿Qué significa
este reconocimiento?
«Este reconocimiento significa, por
una parte, el aprecio que los papas siempre han tenido por la Virgen de
Guadalupe.
Es una nueva distinción que el Papa hace, una vez más, a la Virgen
de Guadalupe Patrona de América.
Ahora bien, ¿qué consecuencias tiene este
reconocimiento para la iglesia como tal?
Las consecuencias principales son
los privilegios que tiene toda basílica menor. Entre estos privilegios, se
cuenta, por ejemplo, el que cualquier persona, visitando esta iglesia y
cumpliendo las debidas condiciones, puede alcanzar la indulgencia plenaria en
determinadas fechas, como son el 1 de enero, el 29 de junio (fiesta de san
Pedro y san Pablo) y, por supuesto, el 12 de diciembre, día de la Virgen de
Guadalupe».
¿Por qué es una basílica menor y no
es basílica mayor?
«Bueno, en realidad, todas las
basílicas del mundo, a excepción de cuatro, son basílicas menores.
Basílicas
mayores son únicamente cuatro de las más antiguas basílicas de Roma, ligadas
de un modo particular a los Papas desde sus orígenes; son: San Pedro del
Vaticano, San Juan de Letrán, Santa María la Mayor y San Pablo Extramuros.
Todas las demás son ya necesariamente basílicas menores.
Así, la misma Villa
de Guadalupe de México ostenta título de basílica menor. Por supuesto, las
cuatro basílicas mayores tienen privilegios que no tienen las basílicas
menores, como es, por ejemplo, la apertura de su propia Puerta Santa con
motivo del Jubileo seguidamente a la apertura que el Papa hace de la Puerta
Santa en San Pedro. La basílica romana de San Lorenzo Extramuros tiene unos
privilegios que la asemejan a éstas».
La basílica de Nuestra Señora de
Guadalupe y San Felipe Mártir en Vía Aurelia es, desde junio de 1991, sede de
título cardenalicio, de cardenal presbítero. ¿Qué cardenales han ostentado
hasta ahora el título de esta basílica?
«El primero de todos fue el Card.
Juan Jesús Posadas Ocampo. Como sabemos, murió trágicamente. Después de él,
el título se concedió en 1994 al Card. Juan Sandoval Íñiguez, sucesor del
Card. Juan Jesús Posadas en la sede arzobispal de Guadalajara, que es quien
lo ostenta actualmente. En concreto, recuerdo muy bien cuando vino aquí a la
basílica para tomar posesión de su iglesia titular, precisamente a sólo dos
días después de haber recibido de manos del Santo Padre la birreta
cardenalicia. Recuerdo que se dio mucha publicidad al acto, la iglesia estaba
llena de parroquianos y, por supuesto, siguiendo el rito correspondiente, el
cardenal tomó posesión. Como párroco, a mí me tocó darle la acogida; lo que
hice con muchísima alegría y unción».
¿Por qué el Card. Juan Sandoval?
¿Quién escoge al cardenal titular de una iglesia?
«Es una designación pontificia. El
Papa, en el consistorio de creación de cardenales, concede a cada nuevo
cardenal el título de una iglesia romana. Este gesto viene a dar realce al
hecho de que los cardenales son los principales colaboradores del Papa y, así
como él es Obispo de Roma, cada cardenal posee el título de una iglesia en
Roma. Obviamente, el título de la Basílica de Guadalupe había de asignarse a
un cardenal mexicano y había quedado vacante con la muerte del Card. Juan
Jesús Posadas. En el consistorio de 1994 se crearon dos cardenales mexicanos:
el Card. Juan Sandoval y el Card. Adolfo Suárez. Al Card. Juan Sandoval, sucesor
del Card. Posadas en Guadalajara, el Papa le asignó esta Basílica de Nuestra
Señora de Guadalupe y San Felipe Mártir en Vía Aurelia y al Card. Adolfo
Suárez, la Iglesia de Santa María de Guadalupe en Monte Mario».
¿Cómo son las relaciones del Card. Juan
Sandoval con su basílica titular?
«Muy cordiales. Cuando él viene a
Roma acostumbra a celebrar la Santa Misa aquí a los pies de la Virgen de
Guadalupe. Sabe que cuenta con esta iglesia a su disposición siempre que
quiera y, por supuesto, nosotros lo anunciamos a los parroquianos: «Nuestro
cardenal titular viene a celebrar la Eucaristía» y, ciertamente, los fieles
lo acompañan con mucho aprecio. Además, lógicamente, recordamos de seguido al
cardenal en nuestras oraciones.
En el año 1999, una parroquia de
Guadalajara, de la diócesis del cardenal, quiso hacerse presente de un modo
particular en esta basílica. Se trata de la Parroquia de San Felipe de Jesús,
cuyos parroquianos regalaron la imagen de San Felipe de Jesús que se venera
actualmente en la basílica. Ellos escogieron el modelo y pagaron su
realización, que tuvo lugar aquí en Italia. Como sabemos, San Felipe de Jesús
Mártir fue el primer santo mexicano canonizado y por eso es, juntamente con
la Virgen de Guadalupe, titular de esta basílica, levantada en cierta forma
como homenaje a la fe de los mexicanos».
¿Por qué visitó esta iglesia Su
Santidad el Papa Juan Pablo II en 1980, a sólo dos años del inicio de su
pontificado?
«La razón es obvia. El Papa viajó a
México en 1979 y, al año siguiente, para celebrar el primer aniversario de
este viaje, que fue el primero de su pontificado, quiso hacer una visita
pastoral precisamente a la Parroquia de la Virgen de Guadalupe y San Felipe
Mártir. Desde aquel entonces somos testigos de la profunda devoción mariana
de Juan Pablo II y de su especial confianza en la Virgen de Guadalupe».
Además del Santo Padre, ¿ha habido
otros miembros de relieve de la Santa Sede que hayan venido aquí para
confiarse a la Virgen de Guadalupe?
«Guardo un especialísimo recuerdo
del difunto Card. Eduardo Pironio, argentino, presidente muchos años del
Pontificio Consejo para los laicos, gran amigo de esta basílica y de nuestra
comunidad parroquial, que nos visitaba muy frecuentemente. Además de él, han
sido muy numerosos los cardenales y obispos de la Curia que han celebrado la
Eucaristía en la basílica o han venido a hacer una visita a la iglesia. Cómo
no mencionar al Secretario de Estado, el Card. Angelo Sodano, que ha
celebrado aquí la Santa Misa. Otros, por ejemplo, han sido el Card. Lucas
Moreira Neves (Prefecto de la Sagrada Congregación para los Obispos), que en
paz descanse, el Card. Achille Silvestrini (Prefecto de la Sagrada
Congregación para las Iglesias orientales) y el Card. José Sánchez, filipino,
(antes Secretario de la Congregación para los Obispos)».
En 1998 fue creado cardenal el Sr.
Arzobispo de México Norberto Rivera, ¿cómo celebró la Basílica de Guadalupe
de Roma esta ocasión?
Papa iba a crear cardenal al Sr.
Arzobispo de México. Asistimos en un buen número al consistorio público donde
el Su Eminencia recibió el nombramiento cardenalicio. Luego, a los pocos
días, el cardenal quiso celebrar una Misa especial en esta basílica para dar
gracias a la Santísima Virgen y confiarse a Ella. En esa ocasión, tuve el
honor, como párroco, de dirigirle unas palabras de felicitación a nombre de
todos los presentes. El cardenal nos dirigió una homilía haciéndonos valorar
las especiales esperanzas del Papa en México y América e invitándonos a no
defraudarlo; nos recordaba que para llenar estas expectativas del Papa
contamos con el auxilio eficacísimo de nuestra Madre del Cielo, María de
Guadalupe. En esta ocasión, concelebraron con el cardenal los obispos
mexicanos que habían venido a acompañarlo.»
Sabemos que han sido numerosos los
obispos americanos que han visitado la basílica, ¿puede decirnos los nombres
de algunos otros, aparte de los cardenales Juan Sandoval y Norberto Rivera?
«Debemos iniciar con el Concilio
Vaticano II, pues, durante él, prácticamente casi todos los obispos mexicanos
se hospedaron con nosotros y celebraban la Misa de manera habitual en el
altar de la Virgen. También muchos otros obispos latinoamericanos presentes
en el Concilio visitaron esta basílica. Posteriormente, han sido muy
frecuentes las visitas de obispos y cardenales americanos, especialmente procedentes
de América Latina. Entre otros, el Card. José Garibi Rivera, el Card. José
Salazar, Mons. Corripio Ahumada, Mons. Emilio Berlié, Mons. Jorge Bernal y
otra serie de obispos, numerosos, tanto de México como de Centroamérica y
Sudamérica.»
La Virgen de Guadalupe es ya
Patrona de toda América y su basílica de Roma tiene un marcado carácter
panamericano, además de mexicano. En los mosaicos de las naves laterales,
están representadas las Vírgenes patronas de todas o casi todas las naciones
americanas. P. Fidel, ¿cree usted que la Virgen María tiene reservadas
gracias especiales para todos los peregrinos americanos que vienen a
confiarse a Ella en esta basílica?
«Esto, más que creerlo, es un acto
de confianza. Yo diría que sí. Que la Virgen de Guadalupe tiene reservadas
gracias especiales para todos estos peregrinos, que espero sigan siendo
numerosos, que vienen aquí a postrarse a sus pies, a los pies de la Virgen de
Guadalupe. Ciertamente confío en que sea así. La Virgen da siempre una
respuesta a la fe de todo aquél que con humildad y sencillez se acerca a
Ella. Ésta fue la experiencia que hicieron los muchos peregrinos del Gran
Jubileo del año 2000. Efectivamente pienso que, aquí, en esta iglesia, todos
los americanos encuentran a sus respectivas patronas nacionales.
Indudablemente que el Señor, a través de la Virgen, nos bendice a manos
llenas».
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FECHA DE PUBLICACIÓN: 2005-04-27
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lunes, 30 de julio de 2012
Una Basílica de Guadalupe en Roma
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viva la lupita
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