25
de abril de 2012 • 11:17 AM
El cardenal católico y arzobispo retirado de Los
Ángeles Roger Mahony pidió hoy al presidente Barack Obama y al virtual
candidato republicano a la presidencia, Mitt Romney, una reforma migratoria a
nivel federal que evite polémicas leyes como la de Arizona.
Desde la escalinata del Tribunal Supremo, donde hoy la
corte suprema de EE.UU. examina la constitucionalidad de la ley SB1070, el
cardenal aseguró que la reforma es "desesperadamente necesaria".
"Estamos aquí porque vemos a nuestros hermanos de
una manera diferente", dijo Mahony, muy involucrado desde hace años en la
defensa de los derechos de los inmigrantes en Estados Unidos.
"Estamos muy preocupados por las consecuencias
que esta ley puede tener para las familias, que sean separadas, que se rompa el
núcleo familiar", manifestó durante una conferencia de prensa al aire libre,
rodeado de otros líderes civiles y religiosos contrarios a la ley de Arizona.
"No sabemos si los niños volverán a casa de las
escuelas ni si sus madres podrán estar ahí esperándolos", dijo.
"Una reforma migratoria a nivel federal es
desesperadamente necesaria. Llamamos a Obama y al candidato republicano a la
presidencia para que nos den soluciones y nos muestren un camino por el que
salir adelante. Solos y separados no podemos construir este país",
insistió.
El Tribunal Supremo de EE.UU. estudia hoy en una
audiencia la constitucionalidad de la ley SB1070 contra la población
indocumentada en Arizona, en unos momentos en que la inmigración se perfila
como un tema clave en la contienda electoral.
En paralelo, grupos a favor y en contra se manifiestan
hoy en las gradas del Supremo en Washington, así como en las calles de Phoenix,
capital del estado de Arizona.
Entre los elementos más polémicos, la SB1070 permite
que la Policía pueda pedir los "papeles" y detener a toda persona que
cometa alguna infracción, por pequeña que sea, y de la que tenga una
"razonable sospecha" de que está residiendo en el país ilegalmente.
El meollo jurídico del caso gira en torno a si el
gobierno de Arizona se extralimitó al usurpar los poderes del Gobierno de
EE.UU. para establecer y hacer cumplir las leyes de inmigración federales.
Durante la manifestación de esta mañana, otro
representante de los adversarios de la ley, Danny Ortega, abogado de Arizona y
expresidente del Consejo Nacional de La Raza (NCLR), denunció el peligro de
"criminalización" que supone la SB1070.
"Estamos hablando de una cuestión de derechos
civiles", aseguró durante la rueda de prensa.
En el que caso de que el Supremo no considere la ley
inconstitucional "existe otro lugar, aquí, cruzando la calle, donde seguiremos
luchando", destacó Ortega, en alusión al Capitolio, sede del Legislativo
estadounidense.
"Tenemos que presionar a nuestros gobernantes
para que cambien las leyes migratorias a nivel federal, necesitamos unas leyes
que contribuyan a la democracia de este país", enfatizó.
Por su parte, Georgina Sánchez, madre latina de
Arizona que decidió manifestarse hoy en Washington, explicó que venía a la
capital "a pedir a Dios que haga justicia y que no permita que nos separen
de nuestros hijos".
"Vivimos cada día con el miedo a que nos separen
de ellos desde que la gobernadora (Jan Brewer, republicana) firmó esta ley en
2010. Tenemos miedo a que nuestros hijos lleguen a casa y encuentren que su
padre no ha vuelto del trabajo".
A primera hora, decenas de personas se congregaban
ante el Tribunal para protestar contra la ley.
Frente a ellos, otra decena apoyaba la legislación con
pancartas con lemas como "No queremos pagar con nuestros impuestos a
inmigrantes ilegales" o "Gracias, Dios, por darnos la SB1070".
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