QUÉ SALVAJADA!!!
No hay fotos de esos 53 millones de muertos
El mundo conoce los horrores del Holocausto judío debido a
que los sobrevivientes conservan viva la memoria de los hechos y en varias
partes del mundo hay museos sobre aquella trágica página de historia, escrita
en torno a la Segunda guerra mundial. En Camboya también se conocen ahora con
detalle los horrores del genocidio perpetrado por los maoístas de Pol-Pot y sus
jemeres rojos, que exterminaron a un tercio de la población camboyana, en los
años setenta del pasado siglo.
Los museos del horror nazi y del genocidio camboyano son
elocuentes páginas abiertas a esta dolorosa verdad. Conservan las fotos de
lugares y de muchas de las personas eliminadas; huesos humanos, prendas de
vestir, los anteojos, etc. de aquellos hombres, mujeres y niños asesinados por
la locura de unos hombres. Seis millones de personas asesinadas, en el primer
caso, casi tres millones, en el segundo. Gracias a esos documentos el mundo
conoce lo sucedido y no quiere olvidar, para que no se vuelvan a cometer las
mismas fatales equivocaciones.
Recientemente ha salido a la luz que en los Estados
Unidos, desde que en 1973 un Tribunal dijo que el aborto no se podía prohibir,
han sido abortados -es decir asesinados- 53 millones de inocentes. Pero 53
millones es una cifra colosal que habla al cerebro, mas no impresiona tanto la
sensibilidad del oyente. ¿Dónde están las fotos de esos niños abortados?,
¿dónde algún museo del horror que conserve su memoria? No los hay. No los
habrá. Sólo se trata de una cifra escalofriante: 53 millones de seres humanos
eliminados por una sociedad egoísta y soberbia. Vidas que no vivieron,
piececitos que nunca calzaron un zapato, ojos que nunca disfrutaron del color;
rostros sin nombre. A las fotos de personas y sus trágicas historias se les
hacen museos y homenajes, libros, películas para ver y recordar. Pero a una
cifra, no. Se la olvida.
Sin embargo, sí hay un lugar que con toda autoridad dice
una palabra a favor de todos los niños inocentes asesinados en el mundo. Es el
Evangelio de Jesús. En el capítulo 2 de San Mateo se narra la huida a Egipto de
la Sagrada Familia para evitar que el Niño Jesús fuera asesinado luego que el
rey Herodes ordenara acabar con todos los pequeños varones menores de dos años.
El valiente arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gómez
celebró una Misa de réquiem el pasado 21 de enero de 2012 por los más de 53
millones de bebés abortados en ese país. El Arzobispo alentó a rezar a los
Santos Inocentes por el estado de California y los Estados Unidos, y advirtió
que aún "existen Herodes" que aceptan y promueven la injusticia del
aborto."El rey Herodes es un símbolo de todos los gobernantes y todas las
fuerzas de nuestro mundo que le temen y están celosos de Dios… representa a
todos los que quieren expulsar a Dios del mundo y erradicarlo de la memoria de
la sociedad", dijo el Arzobispo. La protección de la vida humana, precisó
luego, "es vital para la civilización porque en un niño y en la familia
vemos el amor de Dios".
Hoy la sociedad no se horroriza por los millones de niños
abortados cada año en todo el mundo. La generación de nuestros abuelos, hace 60
años tampoco creía que todos los horrores que se decían del Holocausto fueran
verdad. Tal vez aún deberá pasar una generación para que la gente se percate,
abra los ojos y entienda, pero más por la razón y dejando de lado las opiniones
emotivas y los sofismas que engañan a las mentes, que el crimen del aborto es
la mayor tragedia de la humanidad en nuestros días.
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