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jueves, 27 de septiembre de 2012

Diez mandamientos para ser buenos padres




1. Demuéstrale lo mucho que le quieres.

Todos los padres quieren a sus hijos pero ¿se lo demuestran cada día?, ¿les dicen que ellos son lo más importante que tienen, lo mejor que les ha pasado en la vida? 

No es suficiente con atender cada una de sus necesidades: acudir a consolarle siempre que llore, preocuparse por su sueño, por su alimentación; los cariños y los mimos también son imprescindibles. 

Está demostrado; los padres que no escatiman besos y caricias tienen hijos más felices que se muestran cariñosos con los demás y son más pacientes con sus compañeros de juegos. 

Hacerles ver que nuestro amor es incondicional y que no está supeditado a las circunstancias, sus acciones o su manera de comportarse será vital también para el futuro. Sólo quien recibe amor es capaz de transmitirlo. 

No se van a malcriar porque reciban muchos mimos. Eso no implica que dejen de respetarse las normas de convivencia.

2. Mantén un buen clima familiar.

Para los niños, sus padres son el punto de referencia que les proporciona seguridad y confianza. Aunque sean pequeños, perciben enseguida un ambiente tenso o violento.

 Es mejor evitar discusiones en su presencia, pero cuando sean inevitables, hay que explicarles, en la medida que puedan comprenderlo, qué es lo que sucede. Si nos callamos, podrían pensar que ellos tienen la culpa.

Si presencian frecuentes disputas entre sus padres, pueden asumir que la violencia es una fórmula válida para resolver las discrepancias.

3. Educa en la confianza y el diálogo.

Para que se sientan queridos y respetados, es imprescindible fomentar el diálogo. Una explicación adecuada a su edad, con actitud abierta y conciliadora, puede hacer milagros. Y, por supuesto, ¡nada de amenazas! 

Tampoco debemos prometerles nada que luego no podamos cumplir; se sentirían engañados y su confianza en nosotros se vería seriamente dañada. 

Si, por ejemplo, nos ha surgido un problema y no podemos ir con ellos al cine, tal como les habíamos prometido, tendremos que aplazarlo, pero nunca anular esa promesa.

4. Debes predicar con el ejemplo.

Existen muchos modos de decirles a nuestros hijos lo que deben o no deben hacer, pero, sin duda, ninguno tan eficaz como poner en práctica aquello que se predica. 

Es un proceso a largo plazo, porque los niños necesitan tiempo para comprender y asimilar cada actuación nuestra, pero dará excelentes resultados. 

No olvidemos que ellos nos observan constantemente y "toman nota". No está de más que, de vez en cuando, reflexionemos sobre nuestras reacciones y el modo de encarar los problemas.

Los niños imitan los comportamientos de sus mayores, tanto los positivos como los negativos, por eso, delante de ellos, hay que poner especial cuidado en lo que se dice y cómo se dice.

5. Comparte con ellos el máximo de tiempo.

Hablar con ellos, contestar sus preguntas, enseñarles cosas nuevas, contarles cuentos, compartir sus juegos... es una excelente manera de acercarse a nuestros hijos y ayudarles a desarrollar sus capacidades. 

Cuanto más pequeño sea el crío, más fácil resulta establecer con él unas relaciones de amistad y confianza que sienten las bases de un futuro entendimiento óptimo. 

Por eso, tenemos que reservarles un huequecito diario, exclusivamente dedicado a ellos; sin duda, será tan gratificante para nuestros hijos como para nosotros.

A ellos les da seguridad saber que siempre pueden contar con nosotros. Si a diario queda poco tiempo disponible, habrá que aprovechar al máximo los fines de semana.

6. Acepta a tu hijo tal y como es.

Cada crío posee una personalidad propia que hay que aprender a respetar. A veces los padres se sienten defraudados porque su hijo no parece mostrar esas cualidades que ellos ansiaban ver reflejadas en él; entonces se ponen nerviosos y experimentan una cierta sensación de rechazo, que llega a ser muy frustrante para todos. 

Pero el niño debe ser aceptado y querido tal y como es, sin tratar de cambiar sus aptitudes.No hay que crear demasiadas expectativas con respecto a los hijos ni hacer planes de futuro. Nuestros deseos no tienen por qué coincidir con sus preferencias.

7. Enséñale a valorar y respetar lo que le rodea.

Un niño es lo suficientemente inteligente como para asimilar a la perfección los hábitos que le enseñan sus padres. 

No es preciso mantener un ambiente de disciplina exagerada, sino una buena dosis de constancia y naturalidad. 

Si se le enseña a respetar las pequeñas cosas -ese jarrón de porcelana que podría romper y hacerse daño con él, por ejemplo-, irá aprendiendo a respetar su entorno y a las personas que le rodean.

Muchos niños tienen tantos juguetes que acaban por no valorar ninguno. A menudo son los propios padres quienes, como respuesta a las carencias que ellos tuvieron, fomentan esa cultura de la abundancia. 

Lo ideal sería que poseyeran sólo aquellos juguetes con los que sean capaces de jugar y mantener cierto interés.Guardar algunos juguetes para más adelante puede ser una buena medida para que no se vea desbordado y aprenda a valorarlos.

8. Los castigos no le sirven para nada.

Los niños suelen recordar muy bien los castigos, pero olvidan qué hicieron para "merecerlos". 

Aunque estas pequeñas penalizaciones estén adecuadas a su edad, si se convierten en técnica educativa habitual, nuestros hijos pueden volverse increíblemente imaginativos. Disfrazarán sus actos negativos y tratarán de ocultarlos. 

Podemos ofrecerles una conducta aceptable con otras alternativas.

9. Prohíbele menos, elógiale más.

Para un crío es tremendamente estimulante saber que sus padres son conscientes de sus progresos y que además se sienten orgullosos de él. 

No hay que escatimar piropos cuando el caso lo requiera, sino decirle que lo está haciendo muy bien y que siga por ese camino. 

Reconocer y alabar es mucho mejor que lo que se suele hacer habitualmente: intervenir sólo para regañar.Siempre mencionamos sus pequeñas trastadas de cada día. ¿Por qué no hacemos lo contrario? 

Si, con un gesto cariñoso o un ratito de atención resaltamos todo lo positivo que nuestros hijos hayan realizado, obtendremos mejores resultados.

10. No pierdas nunca la paciencia.

Difícil, pero no imposible, Por más que parezcan estar desafiándote con sus gestos, sus palabras o sus negativas, nuestro objetivo prioritario ha de ser no perder jamás los estribos. En esos momentos, el daño que podemos hacerles es muy grande. 

Decirles: "No te aguanto"; "Qué tonto eres"; "Por qué no habrás salido como tu hermano" merman terriblemente su autoestima. 

Al igual que sucede con los adultos, los niños están muy interesados en conocer su nivel de competencia personal, y una descalificación que provenga de los mayores echa por tierra su autoconfianza. 

Contar hasta diez, salir de la habitación..., cualquier técnica es válida antes de reaccionar con agresividad ante una de sus trastadas.

En caso de que se nos escape un insulto o una frase descalificadora, debemos pedirles perdón de inmediato. Reconocer nuestros errores también es positivo para ellos. 

Tomado de la revista BABYhijo,

lunes, 30 de julio de 2012

Tienden a niños la mano para lograr superación


| APOSTOLADO | EN LOS MEDIOS

El Grupo Reforma publica en el periódico El Norte de Monterrey (México) un artículo sobre la labor de los colegios Mano Amiga al celebrar su XXX Aniversario


Desde hace tres décadas, la institución Mano Amiga es un puente para miles de niños hacia una vida mejor.  
Desde las faldas del Cerro de las Mitras, en la Colonia San Pedro 400, Julián Valenciana inicia su rutina de lunes a viernes a las 6 de la mañana.
Tiene como destino el Instituto Mano Amiga ubicado al sur de Monterrey en la Colonia La República donde cursa tercer semestre de prepa.
Su padre lo lleva en carro pero tiene compañeros del sector, antes llamado Fomerrey 22, que deben levantarse un par de horas antes para llegar puntuales a las 7 de la mañana.
Por supuesto que hay escuelas más cercanas, pero es ahí donde quieren estudiar. «Aquí he encontrado un “chorro” de cosas: una buena educación y buena formación humana para ser una mejor persona», dice el joven de 16 años, sexto lugar en aprovechamiento en su grupo. Ligado a
Una Mano Amiga permite soñar...
la institución desde hace 26 años, el profesor Juan Francisco Ocañas Leal, director técnico del colegio de Monterrey, señala que la mayoría de los muchachos que concluyen la secundaria en los planteles Mano Amiga de San Pedro y Santa Catarina solicitan cursar la prepa en Monterrey, sin importar la distancia (actualmente hay 44 alumnos de esos municipios en los cuatro semestres).
«Quien llega aquí, no se quiere ir y, cuando se va, lo extraña», asegura.
La relación entre familia, maestros y alumnos es la clave del éxito de este modelo educativo, de inspiración católica, donde la responsabilidad, la disciplina y el orden se aplican en cada una de las actividades.
No por nada, en el presente ciclo escolar, en el colegio de Monterrey, se presentaron 300 solicitudes de primer ingreso a preescolar, de las cuales, por cuestiones de cupo, sólo entraron 90.
«El arraigo de los maestros es otro rasgo que identifica a los colegios, donde también trabajan de planta especialistas en psicología y trabajo social», advierte Ocañas Leal. «Al maestro se le da el


valor que originalmente debe tener, como un ser fundamental en la formación del individuo.
En muchos colegios se le toma como un empleado que da clases, pero no como el verdadero guía que debe ser al acercar y tratar mucho a las familias», comenta.
Además de las pláticas de valores, en la Escuela para Padres, con sesiones mensuales en cada plantel, tres veces a la semana se atiende a madres de familia que, voluntariamente, toman cursos de cocina, corte y confección, manualidades, tejido e incluso alfabetización.

Educan familias  
Aunque a simple vista parece una escuela como cualquier otra, donde los chiquillos se dejan ver atentos en las aulas y juguetones a la hora del recreo, no es común lo que ahí se aprende.
Y es que en los colegios Mano Amiga, con presencia en Monterrey desde hace tres décadas en atención a niños y jóvenes de escasos recursos, se busca algo más que educar.
Norma Zambrano de Fernández, presidenta de Mano Amiga La Cima y voluntaria de la institución desde hace 28 años, marca esa
Una Mano Amiga que ofrece formación integral.
 
diferencia al hablar de la cobertura que tienen en los tres centros que funcionan en puntos estratégicos que atienden a zonas marginadas de Monterrey, Santa Catarina y San Pedro.
«Aquí trabajamos con familias, no con niños nada más, en un mismo enfoque de estilo de vida, de valores y virtudes», advierte la presidenta de Mano Amiga La Cima.
En Santa Catarina y San Pedro se ofrece desde preescolar hasta secundaria, mientras que en el plantel de Monterrey es el único que también ofrece estudios de bachillerato, explica María Elena Castellanos de Acosta, presidenta de Mano Amiga Monterrey desde hace nueve años.
Un modelo exitoso
Esta obra de promoción social de los Legionarios de Cristo, con presencia en países como Colombia, Venezuela, Chile y Estados Unidos, nació en Monterrey en enero de 1974, en la Colonia La República.
Un grupo de damas, inquietas por la formación que recibían los niños de los barrios encaramados en el Cerro de la Campana y la cara sur de la Loma Larga, pusieron manos a la obra en un terreno ubicado en el cruce de Camino al Mirador y Avenida Lázaro Cárdenas.
En 1989, unos meses después del devastador Huracán Gilberto, el modelo se replicó en la colonia que nació para dar techo a los damnificados y, un año después, nació Mano Amiga La Cima, en lo más alto de
  
 

San Pedro 400. En cada uno de estos dos centros hay alrededor de 750 alumnos, mientras que en el primer plantel hay 823 estudiantes en los cuatro niveles.
Por su educación, ellos aportan 100 pesos mensuales, cantidad que en muchos casos no puede ser cubierta más que a plazos, dada la situación económica de las familias beneficiadas, señala Zambrano de Fernández.
La aportación es casi simbólica, ya que la obra se sostiene con el apoyo de colegios hermanos como el Irlandés, CECVAC e Himalaya, así como donativos de empresas y particulares.
«El costo real, por niño, es de unos 900 pesos por mes», señala Castellanos de Acosta.  
Las colaboradoras, que suman alrededor de 250, siempre están en la búsqueda de manos amigas que deseen fortalecer esta cadena.
Laura Rodríguez de Montemayor, tesorera del comité, señala que cada peso que ingresa a la institución se aprovecha al máximo.
«Nuestros benefactores tienen la seguridad de que sus donativos tienen un destino directo y eficiente», añade.
Eso sí, se busca que, el día de mañana, no regresen con sus hijos. Y si un ex alumno llega a tocar la puerta, en busca de un lugar, es que algo falló con ese muchacho, comenta Ocañas Leal.
Oportunidad para la vida
Lo que aquí se enseña trasciende más allá de las aulas, asegura Petrita Lira de Rico, madre de seis hijos, cuatro de ellos actualmente alumnos del Mano Amiga La Cima.
«No sólo hay muy buen nivel académico, sino también de formación.
Se da una disciplina no nada más a ellos, sino también a nosotros como padres porque nos orientan acerca de los valores para ser personas de bien», señala.
Con dos jóvenes universitarios en casa, egresados del instituto, donde aún estudia su hija menor, Antonio Galaviz aplaude la existencia del plantel educativo, donde la perseverancia y la puntualidad son normas cotidianas.
«He seguido muy de cerca la vida del colegio, porque mis hijos han estado aquí, y no podría sentirme más contento de lo que les han enseñado», advierte.
Para Mayra Alejandra Marroquín, una jovencita de 16 años que cursa el tercer semestre de prepa, es un orgullo decir que ella, alumna desde kínder, así como tíos y primos, han pasado por ahí.
«Esta institución ha sido como un empujón para muchos niños que viven en zonas donde no hay posibilidades de salir adelante», dice la chica, que desea convertirse en abogada.
Con un lazo familiar de 23 años con el colegio, ya que uno de sus hermanos formó parte de las primeras generaciones, Francisco Javier Morales, estudiante de preparatoria, señala que en Mano Amiga ha encontrado un cobijo protector.
«Aquí nunca te dejan solo; si alguien tiene problemas, los directivos te apoyan, es como un segundo hogar», dice.
No duda que la vocación por el magisterio, en dos de sus hermanos, haya brotado por ese ambiente de apoyo que encontraron en su paso por el colegio.
La institución sigue de cerca los pasos de sus egresados, quienes tienen un buen récord de aceptación en los exámenes de admisión de universidades públicas y privadas.
Hace casi un mes arrancó una campaña para apadrinar a los alumnos en su formación.
Con aportaciones mensuales a partir de 100 pesos, los benefactores pueden convertirse en un eslabón de este proyecto.
Para más informes hay que comunicarse al 8357-1515. Copyright © Grupo Reforma Servicio Informativo

FECHA DE PUBLICACIÓN: 2003-12-09


miércoles, 4 de julio de 2012

Radio Vaticano dejará de emitir desde el próximo 1 de julio en onda media y onda corta para la mayor parte de Europa y América donde se escuchará a través de internet




Ciudad del Vaticano, 12 jun (EFE).- Radio Vaticano dejará de emitir desde el próximo 1 de julio en onda media y onda corta para la mayor parte de Europa y América, donde se escuchará a través de internet, informó hoy su director general y también portavoz vaticano, el jesuita Federico Lombardi.

Lombardi señaló que tras haber celebrado el pasado año su 80 aniversario, Radio Vaticano "está preparada" para afrontar una nueva etapa, echando mano de las nuevas tecnologías de comunicación para difundir el Evangelio y la voz de la Iglesia Católica.

Subrayó que los programas que emite a diario en 40 idiomas y 13 alfabetos diferentes, que envía por vía satélite o internet, son retransmitidos por un millar de emisoras de radio locales o regionales en Frecuencia Modulada (FM) y en Onda Media (OM), en unos 80 países de los cinco continentes.

A ellos se puede acceder a través de cinco canales web y otros a a la carta.

Lombardi explicó toda la tecnología de última generación usada y la colaboración con el Centro Televisivo Vaticano (CTV, que también dirige él), que permite al oyente escuchar y ver la voz e imagen del papa y de la Santa Sede.

"Por ello, a partir del próximo 1 de julio, el Centro Transmisor de Santa María de Galería (a una veintena de kilómetros al noroeste de Roma) terminará todas las transmisiones en Ondas Medias y en Ondas Cortas hacia la mayor parte de Europa y de las Américas, que son las regiones del mundo en las que los servicio de Radio Vaticano se reciben ya a través de Internet", precisó Lombardi.

El portavoz vaticano agregó que en los próximos años continuará la supresión de emisiones en ondas cortas, pero que continuarán utilizándose para cubrir aquellas regiones y poblaciones más pobres o en situaciones de dificultad, "en particular en África, en Oriente Medio y en Asia, que no tienen otros medios alternativos para recibir de forma capilar la voz del papa y de la Iglesia". EFE


jueves, 3 de mayo de 2012

Una oración contestada la del futbolista inglés Fabrice Muamba


SUFRIÓ UN PARO CARDÍACO EN PLENO PARTIDO

“Le pedí a Dios protección y Él no me defraudó”, cuenta el futbolista de origen congoleño y cristiano evangélico, recién dado de alta. Describe como un milagro el que esté vivo y sin daños cerebrales tras haber estado 78 minutos muerto.



La historia de Fabrice Muamba sigue conmocionando a todos los aficionados al fútbol. Lo que parecía una terrible desgracia para el jugador de 24 años se ha convertido en uno de los testimonios más emotivos vividos en este deporte.

Porque el joven futbolista inglés, de origen congoleño, hoy se encuentra estable, sonriente y sin rastro de los daños que deberían haber provocado en su cerebro los 78 minutos en los que su corazón estuvo parado y sólo con reanimación cardiopulmonar. Muamba ahora confía en volver pronto al terreno de juego. Los médicos certifican esta posibilidad y no tienen problemas de señalar lo sucedido de "milagro".

Este pasado fin de semana Muamba concedió la primera entrevista desde el día del desvanecimiento, al periódico The Sun. Ante los periodistas y los fotógrafos presentes se mostró sonriente, rodeado de su familia, pero no tardaron en aparecer en su rostro las lágrimas, mezcla de emoción y sorpresa ante todo lo que ha vivido desde la tarde del 17 de marzo.

"Lo que me pasó fue realmente más que un milagro", dice Muamba, que es un cristiano evangélico comprometido. "Estoy comprobando la prueba de la fuerza de la oración. Durante 78 minutos estuve muerto y, aún si sobreviviese, se esperaba que hubiese sufrido daños cerebrales. Pero estoy muy vivo y sentado aquí hablando ahora. Alguien allá arriba me ha estado cuidando. En la mañana del partido oré junto a mi padre pidiéndole a Dios que me protegiese; y Él no me defraudó", agrega emocionado.

Se sintió "como fuera del cuerpo"

Muamba recuerda en la entrevista cómo vivió los momentos previos al percance. Unos segundos antes de que se produjese el colapso, se sentía "como fuera del cuerpo", sin ser capaz de distinguir adecuadamente la realidad que le rodeaba. De hecho confiesa que veía doble: "había dos Scott Parker y dos Luka Modric (jugadores de los Spurs) en la distancia. Fue entonces cuando me di cuenta que algo funcionaba muy mal".

Al revisar las imágenes de televisión del momento crítico, Muamba se emociona. Era el minuto 41 y su equipo, el Bolton, disputaba un importante partido contra el Tottenham. "Recuerdo que corrí arriba para tratar de recibir un pase de Martin Petrov. Poco después me sentí algo mareado, un mareo extraño, como si estuviera corriendo por el interior de cuerpo de otra persona. Es difícil de explicar", confiesa.

En la siguiente jugada Muamba se desplomó. Todos se dieron cuenta enseguida de la gravedad del percance. "No había nadie cerca de mí cuando empecé a sentir que me caía. Lo último que oí fue a Dedryck Boyata gritándome para que volviese a la defensa".

"Sentí que me caía al suelo, y luego dos golpes grandes en mi cabeza. Eso fue todo. Después, oscuridad, nada. Estaba muerto".

El partido se suspendió y todos, desde los aficionados a los jugadores y árbitros, mostraban su impotencia y emoción en el campo. Muamba no reaccionaba a la reanimación y fue rápidamente enviado al hospital.

El "aficionado" que salvó su vida

En el momento en el que Muamba cayó al suelo, un hombre que estaba viendo el partido saltó al terreno de juego para ayudarle. Se trataba del doctor Andrew Deaner, cardiólogo especialista. Junto a los médicos del equipo efectuaron maniobras de reanimación. Como éstas no daban fruto, Deaner insistió en que fuese trasladado directamente a London Chest Hospital para una atención inmediata.

Muamba dijo a The Sun que fue "pura casualidad" que el doctor Deaner estuviese entre la multitud ese día. "Le debo todo. Él es la razón por la que ahora soy capaz de tener a mi hijo recién nacido en brazos y continuar con mi vida".

"Es extraño -continúa Muamba- ver imágenes de lo que pasó ahora, porque en ese momento yo no tenía idea de lo que estaba pasando. Sin embargo, en un montón de fotos veo al doctor que me cuida. No estaría vivo hoy si no hubiera estado allí".

Después de aplicarle quince descargas eléctricas con el desfibrilador, Muamba "despertó" volviendo a la vida. Habían pasado 78 minutos en parada cardiaca, recibiendo el apoyo externo de la reanimación cardiopulmonart, y en estas condiciones el riesgo de daño en sus órganos vitales era muy alto.

La oración de su familia.
Una de las facetas por la que destaca Fabrice Muamba es por su capacidad física. Él mismo reconoce que se encontraba "muy preparado" físicamente para disputar el partido. "Ni siquiera me resfrío", dice ahora el jugador. Su corazón nunca había fallado hasta el 17 de marzo, y los médicos todavía no saben por qué éste se paró.

Lo que sí recuerda Muamba es que, antes del partido, oró junto a su padre. "El sábado mi papá me llamó al hotel, y oramos juntos como siempre lo hacemos antes de los partidos. Recuerdo haber pedido la protección de Dios - es algo que hacemos a menudo por teléfono".

Su padre Marcel Muamba es un trabajador de 45 años de edad. Este hombre, que huyó de la opresión política en Congo en 1994, cuenta ahora cómo le rogó a Dios que salvara a su hijo. "Me llevaron a la unidad de cuidados intensivos directamente desde el campo", cuenta Marcel. "Estaba muy preocupado pero nuestra fe es muy fuerte y realmente creía que Dios contestaría mi oración. Dentro de la furgoneta me sentí con paz y le dije a Phil Gartside (el presidente del Bolton): ''''Fabrice va a estar bien''''.

Probablemente pensó que estaba loco. Pero, de alguna manera, yo sabía que Fabrice estaría a salvo en manos de Dios".

Una vez el hospital, Marcel se encerró dentro de un cubículo para orar intensamente. Luego se dirigió a la habitación donde estaba Fabrice. Marcel le susurró al oído a su hijo: "Sé que me estás escuchando. Vas a salir de este hospital por la puerta de delante". Entonces, cuenta el padre, "le dije a Dios: "Tú eres el que resucitó a Lázaro de entre los muertos. Ahora puedes mostrar tu gloria".

"En ese momento mucha gente creía que, aún si sobrevivía, Fabrice iba a terminar con daño cerebral y no volvería a ser el mismo - dice Marcel -. Pero yo estaba tranquilo porque había puesto mi confianza en Dios. Y Dios no me ha defraudado".

El pasado lunes, Muamba abandonó el hospital bajo el beneplácito de unos aún sorprendidos doctores, sin mostrar señales de dolor. Fabrice ahora abraza a su familia. En su pecho ha quedado una gran cicatriz, donde le han implantado un dispositivo electrónico para controlar su evolución e impedir un paro cardiaco definitivo en caso de que su corazón se detenga de nuevo.

Fuente: The Sun y Protestante Digital


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