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lunes, 1 de octubre de 2012

Benedicto XVI nombra un número récord de mujeres para el Sínodo de los Obispos DEL 7 AL 28 DE OCTUBRE ROMA, 25 Sep. (EUROPA PRESS) - El Papa Benedicto XVI ha nombrado a 29 mujeres de distintas partes del mundo para participar en la próxima Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que se celebrará del 7 al 28 de octubre en Roma bajo el lema 'La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana'. De esta forma, se alcanza un número 'récord' de mujeres participantes en un Sínodo. Así, el Pontífice ha nombrado a 45 expertos --diez de ellos, mujeres-- y a 49 observadores --entre los que destacan 19 mujeres-- que participarán también en el próximo Sínodo. Además, el Papa ha nombrado además a los 36 Padres Sinodales procedentes de las conferencias episcopales de todo el mundo, entre los que figuran 12 cardenales, 20 arzobispos y obispos y cuatro sacerdotes. Los tres presidentes delegados serán el arzobispo de Hong Kong, el cardenal John Tong Hon; el arzobispo de Guadalajara, México, el cardenal Francisco Robles Ortega y el arzobispo de Kinshasa de la República Democrática del Congo, el cardenal Laurent Monsengwo Pasinya. Por otra parte, el relator general será el arzobispo de Washington, el cardenal Donald William Wuerl, y el secretario especial, el arzobispo de Montpellier, Pierre-Marie Carré.


 Del 7 al 28 de octubre

 


ROMA, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -


El Papa Benedicto XVI ha nombrado a 29 mujeres de distintas partes del mundo para participar en la próxima Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que se celebrará del 7 al 28 de octubre en Roma bajo el lema 'La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana'.


 De esta forma, se alcanza un número 'récord' de mujeres participantes en un Sínodo.
Así, el Pontífice ha nombrado a 45 expertos --diez de ellos, mujeres-- y a 49 observadores --entre los que destacan 19 mujeres-- que participarán también en el próximo Sínodo.


Además, el Papa ha nombrado además a los 36 Padres Sinodales procedentes de las conferencias episcopales de todo el mundo, entre los que figuran 12 cardenales, 20 arzobispos y obispos y cuatro sacerdotes.


Los tres presidentes delegados serán el arzobispo de Hong Kong, el cardenal John Tong Hon; el arzobispo de Guadalajara, México, el cardenal Francisco Robles Ortega y el arzobispo de Kinshasa de la República Democrática del Congo, el cardenal Laurent Monsengwo Pasinya.


Por otra parte, el relator general será el arzobispo de Washington, el cardenal Donald William Wuerl, y el secretario especial, el arzobispo de Montpellier, Pierre-Marie Carré.

jueves, 26 de julio de 2012

Los Centros de Orientación Familiar de la Iglesia resuelven el 80 por ciento de los matrimonios


El 80% de los matrimonios que acuden a los Centros de Orientación Familiar (COF) de la Iglesia logran superar sus problemas, según apunta la experta en Psicoterapia Breve y orientadora familiar Marta Pedraz en el número de este mes de la revista Palabra, ante el aumento de un 3,9 por ciento en 2010 de las rupturas matrimoniales en España, según el INE.

El 80% de los matrimonios que acuden a Centros de Orientación Familiar de la Iglesia superan sus problemas


3 Octubre 11 - Madrid - Ep

"La orientación familiar es una disciplina terapéutica con técnicas y métodos específicos, que trata de ayudar a las parejas y a las familias a superar las dificultades, a sanar las disfunciones relacionales y a fortalecer los vínculos", explica.

Además, Pedraz indica que las rupturas matrimoniales tienen "consecuencias nefastas" pues, según apunta, citando los resultados de un estudio de la Union des Familles de Europa, el 88 por ciento de los hijos adultos de padres separados o divorciados dice que la separación de sus padres supuso un trauma.

"Una vez superado el sufrimiento, algunos habían aprendido a ser más flexibles o maduros, pero otros habían perdido la esperanza de alcanzar la felicidad en pareja.
Otros, en fin, experimentaron depresión, anorexia o falta de confianza en sí mismos", añade.

Por otra parte, destaca de la encuesta que un 56 de los encuestados sintió depresión, desmotivación y dificultades de concentración en los estudios, y que un 41 por ciento experimentó falta de confianza, parálisis, ansiedad e inestabilidad al afrontar la vida profesional.

Ante esta situación, Pedraz señala que los COF de la Iglesia enseñan a las parejas a "ayudarse a sí mismas en la superación de sus dificultades" intentando "contribuir a sanar y reforzar el vínculo conyugal" y "entrelazar de nuevo las dos biografías".




domingo, 8 de abril de 2012

Discurso del Presidente de México Felipe Calderón al Papa Benedicto XVI.

Muy distinguidos integrantes de la Comitiva que le acompaña.
Señor Senador José González Morfín, Presidente del Senado de la República.

Señor Diputado Guadalupe Acosta Naranjo, Presidente de la Cámara de Diputados.

Señor Ministro Aguirre Anguiano, representante de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Señor licenciado Juan Manuel Oliva Ramírez, Gobernador de Guanajuato.

Señores Gobernadores de las distintas entidades federativas de la República Mexicana.

Muy queridas niñas, muy queridos niños.

Distinguidos invitados especiales.

Señoras y señores de los medios de comunicación.

Señores Cardenales, Arzobispos y Obispos.

Mexicanas y mexicanos:
Bienvenido a México, Su Santidad Benedicto XVI. Es una gran alegría recibirlo en tierra mexicana.
Al pueblo mexicano le regocija que haya usted aceptado la invitación que en su nombre, tuve el honor de formularle como Presidente de la República, en mi Visita de Estado al Vaticano.
La presencia de Su Santidad entre nosotros adquiere un significado enorme en horas aciagas, en momentos en que nuestra Patria atraviesa por situaciones difíciles y decisivas.
Son muchos los desafíos que a los mexicanos nos ha tocado enfrentar en los últimos tiempos.
Lo recibe, Su Santidad, un pueblo que ha sufrido mucho por diversas razones, y que a pesar de ello hace enormes esfuerzos todos los días para llevar el alimento a la mesa de la casa, para educar a los hijos, para sacar adelante a la familia.
México sufrió, por ejemplo, como pocos países, los efectos de la crisis económica internacional, la más profunda que hayan visto las generaciones actuales en el mundo.
México también ha sufrido, Su Santidad lo sabe, la violencia despiadada y descarnada de los delincuentes.
El crimen organizado infringe sufrimiento a nuestro pueblo y muestra, hoy, un siniestro rostro de maldad como nunca antes.

En los últimos años, Su Santidad, también hemos sufrido sequías e inundaciones sin precedentes, fruto del daño irracional que los seres humanos hemos hecho a la naturaleza, además, de epidemias y terremotos.
No sé si estos desafíos hubieran sido capaces de quebrantar la voluntad y la firmeza de otros pueblos, pero a pesar de todo, México está de pie. Está de pie, porque los mexicanos somos un pueblo fuerte.
Está de pie, porque los mexicanos somos un pueblo fuerte, perseverante en la esperanza, en la solidaridad. Porque somos un pueblo que tiene valores y principios, que cree en la familia, en la libertad, en la justicia, en la democracia y en el amor a los demás. En valores que son fuertes como la roca. Y es por ello, que su visita nos llena de alegría en momentos de gran tribulación.
Puedo asegurarle, Su Santidad, que encontrará en el mexicano a un pueblo noble, hospitalario, cálido, alegre, que tiene en altísima estima al Sumo Pontífice.
Las mexicanas y los mexicanos compartimos con Su Santidad el anhelo de justicia y de paz duradera. Buscamos, todos los días, labrar nuestro camino hacia el bien común de nuestra querida Nación, de manera que sea posible el desarrollo integral y humano de nuestros hijos.
Trabajamos con entrega y dedicación para labrar un mejor futuro a nuestras familias, para que nuestros hijos puedan ser felices y se conviertan en mujeres y hombres de bien, y de paz.
Luchamos cada día para darle a nuestras familias las condiciones de seguridad y de vida digna y pacífica que les permitan desarrollarse plenamente.
Nos esforzamos con ahínco para superar problemas, como la pobreza y la desigualdad, y para generar mejores oportunidades de educación y salud para todos.
Yo sé que su visita, Su Santidad, alentará el esfuerzo de los mexicanos y reconfortará su alma.
Su visita, particularmente en estas circunstancias, es un gesto de solidaridad y de fraternidad con nuestro pueblo que nunca olvidaremos. Sabemos que es, usted, un hombre de sólido pensamiento, firme en las ideas, valores y creencias, que comparte una buena parte del pueblo mexicano.
Sé que serán, también, las suyas, palabras de consuelo y de inspiración para quienes las necesitan, y renovará la esperanza en millones de hogares de México.
Su Santidad:
México se siente muy honrado por ser la primera Nación de habla hispana que usted visita en el Continente Americano.

En éste, nuestro país, vivimos más de 93 millones de católicos, además, de los muchos que se han ido a los Estados Unidos en búsqueda de un futuro mejor para sus familias, y a quienes extrañamos profundamente. Somos el segundo país con más católicos en todo el mundo.
Al lado de experiencias, también, desgarradoras, en México ha quedado imborrable la huella de pastores que vinieron a nuestra tierra e impregnaron al pueblo de México del más elevado sentido de amor al prójimo y, en particular, a los indígenas.
Recordamos con afecto a figuras señeras como Fray Bartolomé de las Casas, al Obispo Vasco de Quiroga, a Tata Vasco, como cariñosamente le llamaron los purépechas; a Fray Jacobo Daciano, y a muchos, muchos otros.
Y más recientemente, en nuestros días, recibimos en su tiempo a Su Santidad Juan Pablo II, y hoy lo recibimos a usted con los brazos abiertos.
Con visión histórica, su presencia constituye un hito del mayor significado, porque refleja una nueva época en los vínculos entre México y el Estado Vaticano.
Visita, usted, un país donde avanzamos hacia la consolidación de nuestra democracia, con pleno respeto a la libertad, a la libertad de culto, a la pluralidad política, a la pluralidad religiosa, a la pluralidad ideológica, que es posible en un Estado laico, como el que somos.
Su visita es motivo de la mayor alegría para el pueblo de México.
Los mexicanos le recibimos con entusiasmo y con emoción, con el corazón en la mano y con los brazos abiertos, como los mexicanos sabemos hacerlo con quienes nos visitan.
Confío en que la visita de Su Santidad ilumine el alma de las mujeres y de los hombres de esta Tierra, en particular, de quienes más sufren, con la profundidad de su pensamiento, como hombre notable y de fecunda inteligencia, que sabemos que es usted.
Y sé que encontrará, como siempre, a un pueblo noble, hospitalario y cálido.
Deseamos que disfrute México, sus sabores, sus colores, sus tradiciones, sus canciones, pero, sobre todo, el amor y el cariño que le ofrecen millones de mexicanos.
Su Santidad:
A nombre del pueblo y del Gobierno de México, le reitero nuestra alegre bienvenida, y le agradezco enormemente su presencia.
Gracias por estar en México.
Le auguro que ésta será una estancia dichosa en nuestro país.
Bienvenido sea.


sábado, 25 de febrero de 2012

Hacen canción a Benedicto XVI

Martes, 21 de febrero de 2012 11:00 hrs
Felipe de Jesús Monroy González
SIAME.ORG.MX
Ya está en proceso la maquila del segundo disco que dará a conocer la Parroquia San Bernardino de Siena, Xochimilco, en la que se incluye el tema "Benedicto XVI, Portador de la Verdad", canción dedicada al Santo Padre con ocasión de su visita a México. El disco tiene por título: "Benedicto XVI. Bienvenido a tierras mexicanas". La música de todas las canciones es del compositor xochimilca Luis Trejo León, con letra del padre Adrián Huerta Mora, párroco, y del joven Eduardo Andrade Madrigal.

Además de la canción del Papa, incluye dos temas nuevos, "Misión Permanente", para promover el proceso evangelizador misionero en la ciudad de México que ha encomendado a todos los católicos el Cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, y "Xochimilco, tierra de flores", dedicada al Pueblo xochimilca por su histórica generosidad y fe cristiana.

Se incluyen además temas del primer disco con nuevas voces y sobre todo del Coro Monumental de Niños de la Parroquia, como es la canción "Gracias, amigo", dedicada al Cardenal Rivera Carrera, con ocasión de sus 25 años de Obispo, y el
"Himno a San Bernardino de Siena".

El disco tendrá una distribución de 5 mil copias, gratuitas en la próxima semana.


Obra encomendada por el Pbro. Adrián Huerta Mora, párroco de San Bernardino de Siena, Xochimilco, para la visita del Papa Benedicto XVI a México.

Música: Mtro. Luis Trejo León

Letra: Pbro. Adrián Huerta Mora, Eduardo Andrade Madrigal, Luis Trejo León

Firme misionero de Cristo,
el Pastor que Dios nos quiso dar,
conduces sabiamente al rebaño
sediento de la ansiada libertad.

Eres la roca fuerte
en que se edifica la Iglesia;
en la fe y la esperanza
nos descubres al Dios Caridad.

Revestido de gran valentía,
enfrentando el relativismo
con la fuerza de la Buena Nueva,
viviendo el Amor en la Verdad: ¡Cristo!

Portador de la Verdad,
iluminas nuestro caminar,
descubriéndonos que en Cristo
la alegría no puede terminar.

Portador de Cristo,
bienvenido a tierras mexicanas,
donde La Guadalupana
nos mira con ternura maternal: ¡María!

En la cima de la montaña
Cristo nos extiende sus brazos,
tú diriges nuestra mirada
al único Rey universal.

A los poderosos de este mundo
los invitas a participar
en la vida nueva que trasciende
a todo lo que es caducidad.

Cristo nos invita a su reino
de amor, de justicia y de paz,
Él no nos quita nada
y todo en abundancia nos lo da: ¡Cristo!

CORO...

Portador de la Verdad…

Benedicto XVI, Benedicto XVI, Benedicto XVI. ¡Vive!


"Benedicto XVI, Portador de la Verdad"

sábado, 4 de febrero de 2012

Cardenal Sandoval se despide ante miles de feligreses

El cardenal Sandoval Íñiguez se mostró receptivo a las muestras de cariño.

 NTX El 7 de febrero entregará la estafeta del Arzobispado de Guadalajara
Cerca de 500 parroquias organizan homenaje al arzobispo, luego de 18 años al frente de Arquidiócesis de Guadalajara
GUADALAJARA, JALISCO (29/ENE/2012).- El arzobispo de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, se despidió en la misa homenaje que se celebró en el Auditorio Benito Juárez esta mañana, organizada por cerca de 500 parroquias tapatías en vísperas de su relevo como líder de la Iglesia católica en el Occidente de México.

El purpurado agradeció la participación de los 12 mil asistentes, según los organizadores (ocho mil, conforme a información de Protección Civil), a quienes hizo un llamado a seguir por el camino del cristianismo.

En su homilía expresó: "El profeta es cada cristiano por su bautismo. Es obligación del laico no sólo recibir la palabra de Dios, sino transmitirla (...), porque a la hora del testimonio, a la hora del trabajo, se les olvida, dicen que eso ya no les toca".

En una misa que contó con la presencia de la imagen de la Virgen de Zapopan, y acompañado por feligreses de las parroquias del Arzobispado local, el cardenal Sandoval Íñiguez se mostró receptivo a las muestras de cariño, pues luego de su sermón, fue aplaudido, al igual que al término de la ceremonia religiosa.

Los políticos no entienden, dice el arzobispo

Minutos después de la misa, que dio inicio al mediodía, el arzobispo dijo a los medios de comunicación que en el ámbito político él insiste a los fieles católicos que tomen decisiones con base al estudio de las propuestas. "Y no ya que van a las urnas, sino desde antes". Cuestionado sobre qué le aconsejaría a los políticos, Sandoval Íñiguez refirió: "A ellos ya no les digo nada, nunca entienden".

Rodeados de pancartas, como "Querido Cardenal, que Dios recompense todos tus desvelos y te permita seguir por muchos años más sirviendo a la Iglesia", y luego de la ceremonia Eucarística, los asistentes pudieron disfrutar de tortas ahogadas, tacos dorados y agua fresca de jamaica, mismos que fueron patrocinados por las parroquias de la ciudad.


sábado, 28 de enero de 2012

Andrea Brugnoli Evangelizar como la música requiere técnica»

Sacerdote y formador

Centinelas de la Mañana aplica sus métodos en 40 diócesis de Italia

Andrea Brugnoli y jóvenes de Centinelas de la Mañana almuerzan en las calles de Roma, reponiendo fuerzas para evangelizar por la calle - Foto: Sentinelle del Mattino
24 Enero 12 - - Pablo J. Ginés

MANRESA (BARCELONA)- Andrea Brugnoli es el sacerdote fundador de Centinelas de la Mañana, un proyecto para entrenar a jóvenes (y no tan jóvenes) en los métodos de la nueva evangelización. Lo entrevistamos en el Congreso de Nueva Evangelización de Manresa, donde estuvo formando a muchos chavales de las diócesis de Vic y de Solsona, las anfitrionas, y a responsables juveniles de otras muchas diócesis.

–Hay quien dice que evangelizar no requiere métodos, que basta con dar un buen ejemplo personal y confiar en el Espíritu Santo.

–Si quieres ser un gran pianista necesitas tener una técnica perfeccionada y así serás libre para expresar luego tus sentimientos, los de la obra, etc. Con la evangelización pasa lo mismo: cuanta más técnica tengas, más puedes poner al servicio del Espíritu Santo. La técnica es buena: nos ayuda a dejar intervenir a Dios. La evangelización no es algo espontáneo, requiere saber hacerlo. Tener un método como el nuestro te ayuda y te hace cobrar conciencia de que ¡tú puedes! El joven que aplica alguno de nuestros métodos cobra conciencia de que puede y debe evangelizar, y le coge el gusto, así que lo hará luego en su vida cotidiana, en la universidad, con la familia y con los amigos.

–¿Qué tienen en común los nuevos métodos de evangelización como los que se han explicado en este congreso de Manresa?

–Todas estas metodologías dejan que el Espíritu Santo tenga el protagonismo: Él es el verdadero evangelizador. Son métodos que parten del anuncio del kerigma, es decir, el anuncio de que Dios te ama personalmente, que te salva, te perdona y te transforma. No tenemos que dar por hecho que nuestros parroquianos hayan recibido el kerigma. Pero tampoco podemos usar esos métodos sin libertad. Por ejemplo, no podemos decir «si no haces un Curso Alpha no bautizo a tus hijos». Creo que no funcionan con quien solo viene buscando sacramentos. Hay que dejar libertad a la persona, para que actúe el Espíritu.

–¿Y después del kerigma?

–Hay que trabajar dos cosas: el «in» y el «out», es decir, el salir afuera a anunciar el Evangelio y el saber acoger. No tiene sentido salir a la calle a dar kerigma si nuestro grupo o parroquia no está preparada para acoger y recibir a los nuevos conversos o personas que se interesan. Quien ya ha tenido un encuentro con Dios, pero aún no con la Iglesia, necesita a un evangelizador que le acompañe, le apadrine. Tenemos un método llamado «La barca», un grupo de jóvenes acogedores, de su edad y nivel, que reciben a estas personas que vienen de la calle, de la increencia, y que aún no puedes enviar directamente a misa o a Acción Católica o a la vida parroquial plena. Se llama «La barca» porque Jesús no solo pescaba en barca: ¡también llevaba los peces a la orilla!

–¿Siempre hay que mencionar la palabra «Jesús»?

–Si en la Iglesia intentamos imitar al mundo, nadie nos escuchará. Si alguien ve que un joven habla de Jesús se pregunta: «¿y éste, por qué cree?» Y quizá empiecen a dialogar. Cuando nuestros chicos salen a la calle a evangelizar tienen miedo, claro, pero lo hacen por obediencia a Jesús, que lo pide. Pablo VI, en «Evangelium Nuntiandii», ya decía que dar un buen testimonio de vida, sin anunciar explícitamente a Jesús, no es suficiente. El nombre de Jesús es eficaz.

–Kerigma por la calle, «La barca», cursos Alpha de evangelización... ¿qué otros métodos usáis?

–El método de las células tiene mucho éxito en todas las edades. Es un grupo pequeño de gente que evangeliza en su ambiente, suma más miembros invitando amigos y conocidos, y cuando ha crecido se divide creando otra célula. En Italia está extendiéndose bastante. Evangelizar es algo que todos debemos hacer, aunque no todos salgamos a la calle. El igual evangeliza al igual: los niños a los niños, los ancianos a los ancianos, los casados a los casados. Tener esa gente con deseo misionero va antes que cualquier método.

–¿Sois un movimiento?

–No, jurídicamente los Centinelas somos sólo un proyecto, unos métodos. A mí nadie me llama fundador. No tenemos espiritualidad propia. Yo enseño la metodología, me voy y los jóvenes de ese grupo o diócesis lo aplican. No tenemos red ni estructura de movimiento.

PERFIL

De la Santa Sede a las calles

Andrea Brugnoli, sacerdote de la diócesis de Verona, trabajaba en la Santa Sede en tareas más o menos rutinarias cuando se sintió en 1997 llamado a formar jóvenes para que fuesen evangelizadores activos. Su obispo le dio permiso y nació Centinelas de la Mañana, primero en Verona, y hoy extendido a 40 diócesis italianas, «grandes y pequeñas, urbanas y rurales», explica. Centinelas entrena en métodos que pueden emplear las diócesis, las parroquias y los grupos de laicos de cualquier estilo o espiritualidad, sin depender de ningún movimiento. «Es para todos», dice.

«FASHIONÍSIMO»

En un país que cuida tanto la imagen como Italia, Centinelas de la Mañana trabaja mucho la «primera sensación», el uso de música actual y la decoración de localidades para que sea todo, en sus palabras, «fashionísimo».


viernes, 13 de enero de 2012

Quisiera tener una familia

Autor: Gustavo Velázquez Lazcano, LC | Fuente: Catholic.net

Con mi nacimiento, no sólo haré sagrada la familia, sino que les enseñaré a vivir en ella.

El arcángel Gabriel permanecía de pie sobre un precipicio, y tenía su mirada puesta en Nazaret. Procuraba serenarse, pues la grandeza de su nueva misión le sobrecogía. Dentro de unos momentos, bajaría a la tierra y daría el mensaje más grato que hombre alguno hubiese escuchado jamás.

- ¿Listo para bajar a la tierra? -oyó tras de sí.
-Claro, Señor -le respondió el arcángel con una sonrisa-, aunque te he de decir que nunca he estado tan nervioso.

- Es normal, sientes que la misión te sobrepasa. Pero créeme, tú eres el ángel indicado… tú eres mi mensajero -señaló, recordándole el significado de su nombre.

Después, ambos bajaron otra vez la cabeza y posaron su mirada en María, quien aseaba con cuidado la casa de sus padres.

-Señor -dijo el arcángel con reverencia, sin dejar de ver a María-, ¿por qué quieres tener una familia? Digo, que te hagas hombre, jamás lo comprenderé; pero, que quieras ser en todo igual a ellos y que desees recorrer todas las etapas de su vida… creo que me cuesta un poco más -suspiró.

Jesús miró con amor al arcángel, y respondió:

-Gabriel, me alegra escuchar tu pregunta -exclamó con verdadera felicidad. Tú sabes que los planes divinos siempre son razonables -Hizo una pausa—. Bueno, razonables a nuestra manera —dijo, sonriendo con dulzura-. Tú piensas que no hay necesidad para encarnarme en una familia, pero Yo te digo que no hay nada más acogedor y necesario. Acogedor, porque cuando Yo me encarne y abrigue en su seno, me sentiré tan confortado como en la Trinidad misma, pues la familia es su mismo reflejo.

El ángel quedó boquiabierto ante esta increíble revelación. Dentro de sus múltiples conocimientos, jamás habría reparado en esta grandiosa verdad.

-Y es necesaria -continuó el Señor-, porque ejerce un papel fundamental en la sociedad humana: es su corazón mismo. Desde ella, se edifican las naciones o se destruyen los pueblos. Ella es la cuna del progreso y la salvaguarda de las buenas costumbres. ¡Ya te imaginarás cuán grata es para mi corazón! -Hizo una breve pausa, y continuó—: Con mi nacimiento, no sólo haré sagrada la familia, sino que les enseñaré a vivir en ella.

El ángel titubeó un momento, asombrado como estaba por las palabras de su Señor.

-Pero -vaciló-, ¿podrán imitar los hombres a una familia perfecta?, ¿no se desalentarán?

-Por supuesto que podrán: porque será perfecta según Dios, no según los hombres. Será perfecta por sus integrantes, no por sus posesiones; por sus virtudes, no por sus apariencias. Y, aunque sea perfecta, no carecerá de penalidades. ¡Imagínate!, llegaré al mundo como un niño no buscado; porque mis padres, María y José, se han propuesto vivir como hermanos. Por eso, tu anunciación será una contradicción para mi madre, quien escogió la virginidad para agradar a Dios, y a la vez inquietará a mi padre, quien desconocerá la sobrenaturalidad del embarazo —concluyó, expresando lo venidero.

-Bueno -dijo Gabriel-, pero esa situación no incumbe a todas las familias: sólo a unas cuantas.

-Tienes razón, Gabriel. Aunque sábete que sí es necesario que padezcan estos problemas, pues son aprietos que desgarran el alma. Pero, para satisfacer tu curiosidad, te diré que mi familia será, sobre todo, modelo de amor: y el amor, es una virtud que todos pueden imitar. Por darte un ejemplo, te diré que Yo seré perseguido desde mi nacimiento, y, sin embargo, mis padres preferirán expatriarse a entregarme a la espada. Ya verás después cómo se persigue a la familia, y comprenderás lo heroico que resulta abandonar el propio país para salvar a los seres queridos.

El ángel volvió a repasar meditativo las palabras de su Señor con una mezcla de asombro.

-Señor -se atrevió a decir-, Tú sabes que nosotros, los ángeles, no tenemos familia. Tú nos formaste a cada uno por separado, al igual que formas las almas de los hombres; pero sin concedernos descendencia ni ascendencia. Nosotros desconocemos qué es tener un padre o una madre, hijos o hermanos. Por eso, disculpa mi pregunta: ¿podrías decirme qué beneficios encierra una familia?

-¡Claro! El primero y el más grande, es el amor que se fomenta e intercambia entre sus miembros: éste produce una profunda alegría. El segundo, que es su consecuencia, es la unidad: ésta impregna el ambiente de verdadera amistad. Y el tercero, es su capacidad de influir en la sociedad, impregnándola de las virtudes familiares.

-Señor -dijo el ángel emocionado-, ¡qué grandiosa debe ser una familia!

-Y lo es Gabriel... ¡sí que lo es! Ahora comprendes, ¿por qué quiero una?

-Sí, Señor -exclamó radiante-. Y tanto que yo también quisiera tener una familia.

Acabado el diálogo, Gabriel descendió, enviado por Dios, a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen llamada María. Y entrando, le dijo:

-Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.

Ella se preocupó mucho por estas palabras, y se preguntaba qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo:
-No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios...

·  Preguntas o comentarios al autor Gustavo Velázquez Lazcano, LC



miércoles, 28 de diciembre de 2011

Cuando Lincoln pidió capellanes John Ireland dio un paso al frente

Muchos católicos hicieron toda la guerra civil sin ver a un solo sacerdote. Había un hueco que cubrir.
Actualizado 11 diciembre 2011

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El 150º aniversario de la guerra civil norteamericana (1861-1865) está sacando a la luz muchas historias de aquel conflicto que partió al país en Norte y Sur y enfrentó dos visiones de la vida y de la nación.

Algunas tienen que ver con la Iglesia católica, minoritaria y casi perseguida entonces en Estados Unidos, donde se vinculaba en buena medida a la inmigración irlandesa.

Era el caso de John Ireland (1838-1918), no sólo por apellido, sino por nacimiento, aunque llegó pronto a Minnesota, donde fue ordenado sacerdote a los 23 años tras haber cursado en Francia sus estudios como seminarista.

Sólo unos meses después, ya desatado el conflicto entre la Unión y la Confederación, Abraham Lincoln pidió capellanes para los hospitales que se llenaban de heridos y mutilados. Sólo dieron el paso 22, pero el padre Ireland fue uno de ellos y quedó adscrito al 5º Regimiento de Minnesota, con asiento en Mississippi. Por aquel entonces, entre católicos y protestantes, sólo había 472 capellanes.
Ni un cura con quien confesar

De hecho, muchos de los soldados católicos que hicieron la guerra en ambos bandos pasaron los cinco años sin ver un sacerdote. Había que cubrir ese hueco, y eso sirvió por ejemplo para la buena muerte de un joven a quien atendió el 4 de octubre de 1862 tras la Batalla de Corinth. Apenas había ido a misa en su vida, pero a los 9 años le había prometido a su madre rezar a diario un avemaría, y lo había cumplido. Sintiéndose morir, pidió los sacramentos y tuvo la suerte de que el padre Ireland estaba cerca para administrárselos, poco antes de morir.

El mismo Ireland contó estas y otras experiencias en sus memorias, escritas ya como obispo. Apenas se movió de la diócesis de Saint Paul (Minnesota), de la que fue obispo auxiliar primero, obispo titular después, y arzobispo cuando se le asignaron diócesis sufragáneas. En total, casi 53 años al frente de los católicos entre los que había iniciado su ministerio.

Sus recuerdos datan de 1892, están escritos en tercera persona y cuentan datos interesantes de cómo vivieron los católicos la guerra de secesión, algunos de los cuales los ha recogido Nikki Rajala para The Catholic Spirit.

Afirmaba el ya obispo, por ejemplo, que los regimientos donde no había capellán se hacían pronto indiferentes ante la religión, por lo cual su principal misión era celebrar misa los domingos y decir pequeñas homilías de campaña.

Para visitar a los heridos tenía que recorrer campo a través hasta cuarenta kilómetros, y de hospital en hospital se encontraba tanto heridos como enfermos de tifus o malaria.
Devotos, moribundos y solitarios

Pero algunos eran verdaderos devotos. En Tennessee se encontró a un soldado enfermo que desde hacía dos años, a pesar de las exigencias del combate y de su misma enfermedad, los viernes sólo comía agua y unas galletas.

Según cuenta Ireland, las confesiones en los regimientos se disparaban cuando había rumores de una próxima batalla. Antes de la de Iuka (Mississippi), por ejemplo, en septiembre de 1862, se pasó toda una noche escuchando a los soldados debajo de un árbol, tanto católicos que pedían perdón por sus pecados, como no católicos que querían ser recibidos en la Iglesia.

Narra también casos terribles. "En cierta ocasión, un oficial estaba muriendo por un disparo en la cara. No paraba de sangrar. Pidió un papel y escribió la palabra ´capellán´. Un soldado vino a buscarme con el papel ensangrentado en las manos. Acudo a toda prisa. El hombre estaba aún consciente, pero moriría rápido.

´Hábleme de Jesús´, me dijo. Estaba ya bautizado. No había tiempo de hablar de la Iglesia. Le hablé del Salvador y del perdón de los pecados. El recuerdo de esa escena jamás se ha borrado de mi mente. No dudé de la salvación de su alma".
Sin temor a la viruela

El padre Ireland recorrió cuatro estados (Mississippi, Tennessee, Arkansas y Louis­iana) padeciendo las mismas privaciones que los soldados.

En 1891 hubo una reunión de veteranos del regimiento. Para entonces él ya era obispo. Se encontró con dos soldados a quienes no había visto desde la guerra, y que le saludaron con gran afecto. Juntos evocaron aquellos tiempos. A uno de los soldados, enfermo de viruela, le habían dejado aislado en una tienda, con otro soldado a su cuidado, lejos del campamento, para evitar contagios. Estuvieron solos durante días, aburridos, con el ánimo cada vez más bajo... de no ser por las visitas de un (entonces) joven capellán, que jamás les falló. "Ambos eran protestantes", recordaba monseñor Ireland.

Quien no dudó en cerrar así sus recuerdos: "Mis años como capellán fueron los más felices y fructíferos años de mi ministerio".



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