La política de
planificación familiar aplicadas por el Gobierno comunista desde 1971 también
es responsable de 196 millones de esterilizaciones entre la población
Un cartel del Gobierno chino anunciando el
'ideal' de familia con solamente un hijo
ForumLibertas.com
Los médicos, en cumplimiento de las
políticas del hijo único, han realizado 530 millones de abortos y esterilizaciones
desde que comenzaron las políticas de planificación familiar en 1971, según
muestras los datos del Ministerio de Sanidad de China citados por el periódico
'Financial Times'.
Desde 1971, con la entrada en vigor de la
política del hijo único, se han practicado 336 millones de abortos y 196
millones de esterilizaciones.
En este último caso, tanto en mujeres como
en hombres.
Además, se han distribuido un total de 403
millones de aparatos intrauterinos para impedir la fecundación, según informa
Europa Press.
El Gobierno ha calculado en anteriores
ocasiones que si no hubiera comenzado a aplicar las políticas de control de
natalidad, el país tendría 400 millones más de personas, desde los actuales
1.300 millones.
En Estado sUnidos 50 millones de abortos
'Financial Times' ha indicado que, en
Estados Unidos, desde 1973 -cuando el Tribunal Supremo legalizó el aborto- se
han practicado 50 millones de abortos, en una población que hoy en día supera
los 315 millones de personas.
Los datos muestran que las prácticas en
China para impedir embarazos se han mantenido durante la década de 1990 pese a
las peticiones de rebajar la política del hijo único.
Cada año, se practican unos 7 millones de
abortos, se esteriliza a dos millones de hombres y mujeres y se insertan 7
millones de aparatos intrauterinos.
Ante el hecho de que la población se esté
envejeciendo rápidamente, diversos expertos han advertido de que con la
política del hijo único, China no tendrá una fuerza laboral que pueda reemplazar
a los trabajadores de hoy en día.
Además, las restricciones han provocado que
existan más niños que niñas, ya que las familias prefieren tener un
descendiente varón, lo que ha provocado que actualmente haya 34 millones más de
hombres que de mujeres.
Las autoridades ya han rebajado algunas prohibiciones,
ya que han permitido que los cónyuges que sean hijos únicos puedan tener hasta
dos descendientes.
Actualmente
nacen en Alemania sólo ocho niños por cada 1.000 habitantes, lo que representa
el índice más bajo del planeta
José-Pablo Jofré / corresponsal en
berlín
Día 12/10/2012 -
02.10h
abc
El 20,4% de la población alemana es mayor de 65 años
«Somos los más viejos de Europa»
ha resumido Roderich Egeler, presidente la Oficina Federal de Estadísticas
–conocida como Destatis– al publicar su informe anual:
Alemania, confrontada a
una baja tasa de natalidad, cuenta con la
población más vieja de Europa y la segunda del mundo, detrás de Japón. En 2010,
sólo el 13,5% de la población del país era menor de 15 años, «Sólo Japón tiene
una proporción aún más baja, con el 13,4%», señaló Egeler.
En cuanto a las personas de 65 años o más, Alemania
comparte el podio con Italia, con el 20,4% de la población. En Japón, el
porcentaje es de 22,7%. Actualmente nacen en Alemania sólo ocho
niños por cada 1.000 habitantes, lo que representa el índice más
bajo del mundo; lo que «supone un nuevo récord negativo», ha comentado Egeler.
En 1964, todavía nacían 1,4 millones de niños.
En 2011, no fueron más que
663.000.
«Desde hace unos 40 años, los
nacimientos ya no bastan para reemplazar en número a la generación de los abuelos»,
ha dicho Egeler. En promedio, las mujeres tienen 1,4 niños cada una, un índice
muy bajo pero estable. Sin embargo la tendencia al envejecimiento
de la población de la primera economía europea se acentuará ya que,
generación tras generación, el número de mujeres en edad de procrear desciende.
La esperanza de
vida se prolonga
Paralelamente la esperanza de vida de
los alemanas se prolonga, como en la mayoría de los países desarrollados. Una
niña puede esperar llegar a los 83 años de edad y un niño, a los 78 años, o sea
que ganarían diez años de vida en comparación con hace 50 años. Paradojas del
occidente más desarrollado.
Hace unas semanas la canciller democristiana alemana
Angela Merkel inauguraba una Conferencia sobre el Cambio Demográfico en este país.
El objetivo de la conferencia fue dar el vamos a un programa para buscar
propuestas y soluciones a un problema complejo.
Participan
ministros, representantes de los gobiernos estatales y municipales, de
sindicatos, del empresariado, de asociaciones, de científicos y de agrupaciones
de ciudadanos.
«No se debe suprimir el tema de la migración y de
especialistas extranjeros», ha dicho Merkel, ya que son necesarios para activar el mercado de trabajo alemán.
Las propuestas y
planes que se deriven de las reuniones tendrán que estar listas para mayo de
2013.
Un juzgado de Palma ha condenado a un médico y a la clínica
donde trabaja a pagar la manutención de un niño que nació tras practicarle a
la madre un aborto fallido. La sentencia señala que deberán asumir los gastos
del menor hasta que el menor, que ahora tiene año y medio, cumpla los 25 años
de edad.
La sentencia se refiere al caso de una mujer que acudió a la clínica el 20 de
abril de 2010 para que se le practicara un aborto y dos semanas después, en
una revisión, el médico, E.R.K., le confirmó que todo había salido con éxito.
Sin embargo, tres meses después (encinta ya de cuatro) descubrió que seguía
embarazada, según informa en su edición de hoy el periódico Diario de
Mallorca.
El juez considera en su sentencia que la madre no deseaba tener ese hijo y
que hizo todo lo legalmente posible para evitarlo y por ello no se la puede
obligar a que se haga cargo de sus gastos.
Además de condenarle a hacerse cargo de la manutención, el magistrado recoge
en su sentencia que el médico debe pagar una indemnización a la madre por los
daños morales que sufrió, ya que considera que el nacimiento de un hijo que
no deseaba debido a la actuación negligente del ginecólogo ha supuesto para
ella una grave alteración de su vida. Por todo ello condena al ginecólogo y a
la clínica a pagar a la madre un total de 420.000 euros.
El médico, que dispone de un seguro que cubrirá dicha indemnización, no se
dio cuenta en la segunda ecografía que realizó a la mujer de que no había
conseguido sacar el óvulo fecundado a la paciente.
La mujer volvió tres meses después para someterse a un nuevo aborto, ya que
pensaba que podría volver a estar embarazada. Sin embargo, en la ecografía se
vio que no se trababa de un segundo embarazo, sino del mismo. En ese momento
ya estaba de 22 semanas de gestación y la clínica le indicó que ellos ya no
podían interrumpirlo. Por ello recibirá una indemnización de 15.000 euros.
A raíz de eso la joven madre tuvo que decir a sus padres que estaba
embarazada (hasta entonces lo había ocultado).
El juez recoge en su sentencia que en estos momentos la manutención y
educación de un menor cuesta 978 euros al mes y que el médico deberá afrontar
los gastos hasta que el niño cumpla los 25 años. Esto supone una cantidad de
270.000 euros que sumados a los 150.000 de indemnización resultan la cantidad
total de 420.000 euros que la madre recibirá para que sea administrada a
favor de su hijo.
El menor tiene 18 meses
La madre acudió a la clínica donde le
practicaron un aborto. A los tres meses descubrió que seguía embarazada y no
había vuelta atrás.
Un juzgado de Palma ha condenado a un médico y a la clínica
donde trabaja a pagar la manutención de un niño que nació tras practicarle a
la madre un aborto fallido. La sentencia señala que deberán asumir los gastos
del menor hasta que el menor, que ahora tiene año y medio, cumpla los 25 años
de edad.
La sentencia se refiere al caso de una mujer que acudió a la clínica el 20 de
abril de 2010 para que se le practicara un aborto y dos semanas después, en
una revisión, el médico, E.R.K., le confirmó que todo había salido con éxito.
Sin embargo, tres meses después (encinta ya de cuatro) descubrió que seguía
embarazada, según informa en su edición de hoy el periódico Diario de
Mallorca.
El juez considera en su sentencia que la madre no deseaba tener ese hijo y
que hizo todo lo legalmente posible para evitarlo y por ello no se la puede
obligar a que se haga cargo de sus gastos.
Además de condenarle a hacerse cargo de la manutención, el magistrado recoge
en su sentencia que el médico debe pagar una indemnización a la madre por los
daños morales que sufrió, ya que considera que el nacimiento de un hijo que
no deseaba debido a la actuación negligente del ginecólogo ha supuesto para
ella una grave alteración de su vida. Por todo ello condena al ginecólogo y a
la clínica a pagar a la madre un total de 420.000 euros.
El médico, que dispone de un seguro que cubrirá dicha indemnización, no se
dio cuenta en la segunda ecografía que realizó a la mujer de que no había
conseguido sacar el óvulo fecundado a la paciente.
La mujer volvió tres meses después para someterse a un nuevo aborto, ya que
pensaba que podría volver a estar embarazada. Sin embargo, en la ecografía se
vio que no se trababa de un segundo embarazo, sino del mismo. En ese momento
ya estaba de 22 semanas de gestación y la clínica le indicó que ellos ya no
podían interrumpirlo. Por ello recibirá una indemnización de 15.000 euros.
A raíz de eso la joven madre tuvo que decir a sus padres que estaba
embarazada (hasta entonces lo había ocultado).
El juez recoge en su sentencia que en estos momentos la manutención y
educación de un menor cuesta 978 euros al mes y que el médico deberá afrontar
los gastos hasta que el niño cumpla los 25 años. Esto supone una cantidad de
270.000 euros que sumados a los 150.000 de indemnización resultan la cantidad
total de 420.000 euros que la madre recibirá para que sea administrada a
favor de su hijo.
El cardenal católico y arzobispo retirado de Los
Ángeles Roger Mahony pidió hoy al presidente Barack Obama y al virtual
candidato republicano a la presidencia, Mitt Romney, una reforma migratoria a
nivel federal que evite polémicas leyes como la de Arizona.
Desde la escalinata del Tribunal Supremo, donde hoy la
corte suprema de EE.UU. examina la constitucionalidad de la ley SB1070, el
cardenal aseguró que la reforma es "desesperadamente necesaria".
"Estamos aquí porque vemos a nuestros hermanos de
una manera diferente", dijo Mahony, muy involucrado desde hace años en la
defensa de los derechos de los inmigrantes en Estados Unidos.
"Estamos muy preocupados por las consecuencias
que esta ley puede tener para las familias, que sean separadas, que se rompa el
núcleo familiar", manifestó durante una conferencia de prensa al aire libre,
rodeado de otros líderes civiles y religiosos contrarios a la ley de Arizona.
"No sabemos si los niños volverán a casa de las
escuelas ni si sus madres podrán estar ahí esperándolos", dijo.
"Una reforma migratoria a nivel federal es
desesperadamente necesaria. Llamamos a Obama y al candidato republicano a la
presidencia para que nos den soluciones y nos muestren un camino por el que
salir adelante. Solos y separados no podemos construir este país",
insistió.
El Tribunal Supremo de EE.UU. estudia hoy en una
audiencia la constitucionalidad de la ley SB1070 contra la población
indocumentada en Arizona, en unos momentos en que la inmigración se perfila
como un tema clave en la contienda electoral.
En paralelo, grupos a favor y en contra se manifiestan
hoy en las gradas del Supremo en Washington, así como en las calles de Phoenix,
capital del estado de Arizona.
Entre los elementos más polémicos, la SB1070 permite
que la Policía pueda pedir los "papeles" y detener a toda persona que
cometa alguna infracción, por pequeña que sea, y de la que tenga una
"razonable sospecha" de que está residiendo en el país ilegalmente.
El meollo jurídico del caso gira en torno a si el
gobierno de Arizona se extralimitó al usurpar los poderes del Gobierno de
EE.UU. para establecer y hacer cumplir las leyes de inmigración federales.
Durante la manifestación de esta mañana, otro
representante de los adversarios de la ley, Danny Ortega, abogado de Arizona y
expresidente del Consejo Nacional de La Raza (NCLR), denunció el peligro de
"criminalización" que supone la SB1070.
"Estamos hablando de una cuestión de derechos
civiles", aseguró durante la rueda de prensa.
En el que caso de que el Supremo no considere la ley
inconstitucional "existe otro lugar, aquí, cruzando la calle, donde seguiremos
luchando", destacó Ortega, en alusión al Capitolio, sede del Legislativo
estadounidense.
"Tenemos que presionar a nuestros gobernantes
para que cambien las leyes migratorias a nivel federal, necesitamos unas leyes
que contribuyan a la democracia de este país", enfatizó.
Por su parte, Georgina Sánchez, madre latina de
Arizona que decidió manifestarse hoy en Washington, explicó que venía a la
capital "a pedir a Dios que haga justicia y que no permita que nos separen
de nuestros hijos".
"Vivimos cada día con el miedo a que nos separen
de ellos desde que la gobernadora (Jan Brewer, republicana) firmó esta ley en
2010. Tenemos miedo a que nuestros hijos lleguen a casa y encuentren que su
padre no ha vuelto del trabajo".
A primera hora, decenas de personas se congregaban
ante el Tribunal para protestar contra la ley.
Frente a ellos, otra decena apoyaba la legislación con
pancartas con lemas como "No queremos pagar con nuestros impuestos a
inmigrantes ilegales" o "Gracias, Dios, por darnos la SB1070".
La joven afectada presenta una reclamación patrimonial por valor de 214.000 euros ante la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía por presunta negligencia de la clínica abortiva de Sevilla concertada por el SAS. El error es de una clínica privada, pero pagaría la Sanidad pública
"Mi marido y yo decidimos abortar al bebé enfermo por la mala calidad de vida que iba a tener y para que así el otro bebé sano cogiera más peso y creciera mejor", recuerda Gema
ForumLibertas.com
Un nuevo caso relacionado con el aborto, en esta ocasión practicado en una clínica privada abortista de Sevilla concertada con el SAS, ha vuelto a mostrar la crueldad que se puede derivar de las prácticas abortistas.
Una mujer gaditana decidió en diciembre de 2011 abortar a uno de los mellizos que llevaba en su seno y que presentaba una grave cardiopatía fetal incompatible con la vida. Sin embargo, el médico que practicó el aborto selectivo eliminó por error al bebé que estaba sano.
Tras los hechos, los servicios jurídicos de la asociación 'El Defensor del Paciente' han presentado una reclamación patrimonial por valor de 214.000 euros ante la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía por la presunta “grave negligencia médica” llevada a cabo por la clínica de Sevilla al practicar el aborto selectivo.
Cabe resaltar el hecho de que, con la actual ley del aborto, al estar las clínicas privadas concertadas con la Sanidad pública, si la justicia le da la razón a la joven gaditana el coste de la demanda recaerá sobre todos los ciudadanos.
“Siete intentos de embarazo”
En declaraciones a Europa Press Televisión, la mujer afectada por el aborto selectivo ha relatado que los hechos se remontan a 2008, cuando decidió que quería ser madre. Sus posibilidades de quedarse embarazada entonces eran escasas, motivo por el que inició una tratamiento para someterse a un proceso de Fecundación In Vitro (FIV), llegando a soportar hasta “siete intentos de embarazo frustrado”.
Finalmente, en 2011, y al octavo intento, consiguió quedarse embarazada de gemelos, también por procedimiento FIV, si bien cuando estaba en la semana 20 de gestación el Hospital Puerta del Mar de Cádiz le diagnóstico que el segundo feto padecía una “cardiopatía fetal grave” denominada 'truncus arterioso'.
Esta patología es una malformación consistente en la existencia de una comunicación ventrículo-arterial única, que da origen a las arterias sistémicas, pulmonares y coronarias. El tronco arterial común se encuentra cabalgado entre ambos ventrículos y se asocia siempre a una comunicación intraventricular.
Un error fatal
Este hecho, según ha explicado Gema, la mujer entonces embarazada, provocaba que este feto fuese inviable, “por lo que mi marido y yo decidimos abortar al bebé enfermo por la mala calidad de vida que iba a tener y para que así el otro bebé sano cogiera más peso y creciera mejor", ha precisado.
El aborto fue autorizado por el Comité de Interrupción Voluntaria del Embarazo del Hospital Puerta del Mar y la derivaron a una clínica privada de Sevilla concertada con el SAS. En diciembre de 2011, la gestante fue atendida por un ginecólogo, al que le aportaron toda la documentación que traían del Puerta del Mar sobre el feto que afecto de 'truncus'.
La joven le comentó que el ginecólogo le había comunicado que era el segundo gemelo el que estaba enfermo, a lo que el médico le preguntó si era “el de la izquierda o el de la derecha”, y la embarazada respondió que él “era el médico” y que lo desconocía pero que estaría “en la historia clínica que le entregaba”.
“Entonces el doctor me hizo allí mismo una ecografía, y tras la misma, me dijo que ahora todo lo veía muy claro y que ya sabía cuál era el mellizo que estaba enfermo. Mi marido y yo le preguntamos hasta en cinco ocasiones que si lo tenía claro y el nos dijo que sí”, ha rubrayado Gema.
Acto seguido, realizó una fetólisis selectiva -pinchar con una aguja fina, larga, hueca, a través de la barriga- al supuesto gemelo enfermo para paralizar su desarrollo e interrumpir el embarazo de dicho feto.
Pese a ello, a su vuelta al Hospital Puerta del Mar de Cádiz, y tras una ecografía, “se percataron que habían pinchado al feto sano y que el feto con el problema del corazón seguía vivo en el interior. No me lo creía”, recuerda. El feto tenía 20 semanas y un día de gestación en el momento de la intervención que ahora denuncian.
La situación de la futura madre se tornó dramática. “Lloré muchísimo, me quería morir, después de tantos años intentándolo y de seis meses que estaba ya no me podía creer que un médico cometiese este fallo tan gordo”, ha relatado angustiada Gema.
Al seguir llevando en su interior un feto con una malformación congénita, que lo hacía inviable en el interior del útero, y otro feto muerto en el interior del mismo, Gema solicitó de nuevo autorización al Comité Clínico de Interrupción Legal de la Gestación del Puerta del Mar para interrumpir el embarazo.
De esta manera, llegó a abortar a finales de enero de este año en otra clínica diferente de Sevilla, para finalmente llegar a programarla el aborto de los dos fetos muertos.
Volverá a intentarlo
Con respecto a la cifra económica, Gema ha aclarado que nadie le puede pagar “el dolor tan grande” por el que ha pasado. A su vez, ha precisado que con el dinero de la indemnización, en el caso de que el proceso le sea favorable, “todo será para pagar los costosos tratamientos a los que me quiero someter para volver a intentar ser madre”.
Además, los servicios jurídicos de Gema aluden a lo gravoso de este caso, por cuanto “era un bebé muy deseado después de ocho abortos frustrados”, a lo que agregan “la dificultad de quedarse embarazada en el futuro, no sólo porque en 2008 perdió una de las trompas de Falopio, sino porque en la actualidad cuenta con 36 años de edad y su edad fértil va decreciendo día a día”.