Trevin
Wax se preguntaba por
lo incisivos que llegan a ser los periodistas cuando entrevistan a candidatos
pro vida, y lo poco profesionales que son cuando el candidato es abortista.
Y propone 10 preguntas que nunca
oirás preguntarles.
Aunque el contexto es el de la política
estadounidense son fácilmente extrapolables.
1.- Usted dice que
apoyará el derecho de la mujer a tomar sus propias decisiones en lo que
respecta al aborto y a la anticoncepción.
¿Hay alguna restricción en su
propuesta?
2.- La portada de The
Economist, marzo de 2010,
estaba dedicada a la «guerra contra las niñas» y el crecimiento del
«femenicidio» en el mundo (el aborto como método de selección del sexo del
bebé).
¿Este fenómeno constituye un problema
para usted, o cree en el derecho absoluto de una mujer para abortar ya que el
feto es de sexo femenino?
3.- En muchos estados un adolescente
puede abortar sin el consentimiento paterno, pero no puede conseguir una
aspirina en el colegio sin la autorización de los padres.
¿Apoya usted que haya restricciones
para los menores o que al menos se deba notificar a los padres que su hija va a
abortar?
4.- ¿Si usted no cree que la vida
humana comienza en la concepción, cuándo cree que comienza?
¿En qué etapa del desarrollo del niño
le «sobrevienen» los derechos humanos?
5.- En la actualidad, cuando las
pruebas de análisis genético revelan que el niño tiene síndrome de Down, la
mayoría de las mujeres optan por abortar.
¿Cómo respondería a la acusación de que
este fenómeno recuerda al movimiento «eugenésico» de hace un siglo que
pretendía purgar a nuestra sociedad de los «no aptos»?
6.- ¿Cree usted que un empresario debe
ser obligado a violar su conciencia al proporcionar acceso a los
medicamentos abortivos y anticonceptivos a sus empleados?
7.- Alveda King, sobrina de Martin
Luther King, dijo que «el aborto es el mejor amigo del supremacista blanco»,
señalando el hecho de que los negros y los latinos representan el 25% de la
población pero suponen el 59% de todos los abortos.
¿Cómo respondería usted a la acusación
de que la mayoría de las clínicas abortistas se encuentran en el centro de
ciudades en las que abundan las minorías?
8.- Usted describe el aborto como una
«opción trágica».
Si el aborto no es moralmente
objetable, ¿por qué es trágico?
¿Significa esto que hay algo en el aborto que
es diferente a otros procedimientos quirúrgicos?
9.- ¿Cree usted que el aborto debe
ser legal una vez que feto es viable, es decir, capaz de sobrevivir fuera
del útero?
10.- Si son asesinados una mujer
embarazada y el niño en sus entrañas, ¿cree que el criminal debe
enfrentarse a dos cargos de asesinato y cumplir una condena más dura?
Como veis no son nada del otro mundo,
no son preguntas agresivas, ni que vayan al núcleo de la cuestión,
seguro que a los lectores se les ocurren otras preguntas (yo tengo otras diez
más directas).
De lo que no cabe duda es que cualquier
político abortista se vería en problemas a la hora de responderlas.
Una vez contestadas es difícil mantener
la coherencia del discurso sin revelar el verdadero rostro.
Claro, si no eres una analfabeta ministra
socialista que diga que un «feto
de 13 semanas es un ser vivo pero no humano porque eso carece de base
científica»; o un ateo animalista como Peter Singer «que
hasta veintiocho días después del nacimiento sería aceptable [asesinar al
bebé], antes de que tengan pleno derecho a la vida como los demás».
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