Reflexión del papa Benedicto XVI durante el
rezo del Ángelus
CIUDAD DEL
VATICANO, domingo 7 octubre 2012 (ZENIT.org).- Al finalizar la santa misa celebrada en la plaza de
san Pedro por la proclamación como Doctores de la Iglesia, de san Juan de Avila
y de santa Hildegarda de Bingen, así como la inauguración de la XIII Asamblea
General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, el santo padre Benedicto XVI se
dirigió a los fieles antes del rezo del Ángelus.
Destacó de manera
especial la fiesta de la Virgen del Rosario que celebra hoy la Iglesia
Universal, invocando a todos los fieles a valorizar más el rezo del santo
rosario durante el próximo Año de le fe, que será inaugurado por él mismo este
jueves 11 de octubre.
“Con el rosario
–dijo el papa--, nos dejamos guiar de María, modelo de fe, en la meditación de
los misterios de Cristo, para que día a día, podemos asimilar el Evangelio, de
tal forma que modele toda nuestra vida”.
Y recordó que
hace diez años, el hoy beato Juan Pablo II firmó la Carta apostólica Rosarium Virginis Mariae,
invocando a los fieles –en continuidad con su predecesor--, “a rezar el rosario
personalmente, en familia y en comunidad, asistiendo a la escuela de María, que
nos conduce a Cristo, centro vivo de nuestra fe”.
Ante una gran
cantidad de fieles venidos de España y de América Latina, el santo padre
dirigió un saludo en la lengua de san Juan de Ávila: “Saludo con afecto a los
peregrinos de lengua española.
Invito a todos a
orar por los trabajos del Sínodo de los Obispos, que en los próximos días
reflexionará sobre “La nueva evangelización para la transmisión de la fe
cristiana”.
Hoy he declarado
Doctores de la Iglesia al sacerdote español san Juan de Ávila y a la religiosa
alemana santa Hildegarda de Bingen.
Que sus figuras y
obras sigan siendo faros luminosos y seguros en el anuncio del Reino de Dios, y
nos ayuden a todos a crecer cada día en la auténtica vida de fe. Que la
Santísima Virgen María nos acompañe en estos propósitos”. (javv)
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