Es católico desde noviembre
«He encontrado en
la Iglesia lo que hace mucho tiempo que estaba buscando», reconoce Larry
Gipson, de 70 años.
Actualizado 13 diciembre 2012
Fue durante
doce años deán de la catedral de Birmingham (Alabama) y rector en la St. Martin
Episcopal Church de Houston, donde contó entre sus parroquianos al ex
presidente Bush padre y su esposa Bárbara.
Pero el pasado
mes de noviembre, el reverendo Larry Gipson fue aceptado como católico
en el Ordinariato Personal de la Cátedra de San Pedro, una
estructura creada por el Papa Benedicto XVI para aceptar ex anglicanos en la
Iglesia católica manteniendo alguna de sus tradiciones, como el Libro
de Oración Común.
“Sin excluir
las celebraciones litúrgicas según el Rito Romano, el Ordinariato tiene la
facultad de celebrar la Eucaristía y los demás sacramentos, la Liturgia de las
Horas y las demás acciones litúrgicas según los libros litúrgicos propios de la
tradición anglicana aprobados por la Santa Sede, con el objetivo de mantener
vivas en el seno de la Iglesia católica las tradiciones espirituales,
litúrgicas y pastorales de la Comunión anglicana, como don
precioso para alimentar la fe de sus miembros y riqueza para compartir”, reza
el decreto.
La cuestión de la autoridad
El reverendo Gipson se encuentra actualmente entre los 69 candidatos al sacerdocio del Ordinariato y está realizando un curso de retiro y formación en Houston.
“Es un regalo
muy grande que un sacerdote de la iglesia episcopaliana más grande de EEUU sea
hoy católico”, asegura.
“Fue
la naturaleza de la autoridad en la Iglesia Católica lo que me atrajo hacia
ella”, explica. “Durante mucho tiempo mi gran preocupación ha
sido la estructura de autoridad de la iglesia episcopaliana, y cuando me retiré
seguía dándole vueltas: el verdadero problema anglicano es la falta de
una autoridad apostólica. Y el acercamiento a la historia de la
fe me llevó a desear formar parte de la Iglesia de Roma”, explica. Aunque
muchos episcopalianos han salido de la denominación por desacuerdo en cuestiones
como la consagración de obispos homosexuales o la bendición de las uniones del
mismo sexo, Gipson asegura que él no se marcha con ira: “Yo no tengo derecho a
pedir a la Iglesia Anglicana que cambie sus tradiciones para mí, soy
yo el que tiene que hacer los cambios”, sostiene.
Anglicanismo, una doctrina a la deriva
Anglicanismo, una doctrina a la deriva
“El anglicanismo siempre ha sido reacio a definir la doctrina, ya que existen en él facciones opuestas, y la doctrina se ha vuelto tan borrosa que los fieles pueden tener creencias opuestas y seguir siendo anglicanos”, afirma.
“Estoy muy
agradecido a la Iglesia episcopaliana, he pasado toda mi vida en ella, todos
mis amigos y la gente a la que quiero, sigue ahí.
De ninguna
manera voy a hablar mal de ella o a enfadarme.
Simplemente estoy
feliz porque he encontrado lo que hace mucho tiempo que estaba buscando”.
Gipson está
feliz por la posibilidad de ser ordenado sacerdote católico.
A principios de
este año obtuvo el título de doctor en teología católica de la St. Thomas
University, que se suma a su maestría en la Universidad de Yale, y no pierde
ocasión de expresar su ilusión por poder seguir ejerciendo el ministerio: “He
sido sacerdote episcopaliano durante 42 años.
No puedo imaginar mi vida sin ser sacerdote, estoy ansioso por volver al trabajo sacerdotal, pero
ahora, finalmente, como católico”, reconoce.
Un sacerdote casado
Un sacerdote casado
Gipson, de 70 años de edad, está casado con Mary Frances, y como tal, se acogerá al régimen especial del ordinariato que admite como presbíteros a hombres casados, según los procedimientos desarrollados por el papa Juan Pablo II para la recepción de sacerdotes anglicanos casados, que pueden llegar a ser presbíteros pero no obispos.
Tal y como
explicaba el cardenal Bertone en una entrevista, “aunque se aceptarán
sacerdotes anglicanos casados en el ordinariato, el
valor permanente del celibato será reafirmado, haciendo
necesario que en el futuro, los sacerdotes célibes sean la normalidad”.
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