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de archivo del Ppa Ap
Hace 6
horas Efe.
El prelado italiano Francesco Coccopalmerio, canonista de la Santa Sede, explicó que después de que Benedicto
XVI renuncie a su pontificado no volverá a ser cardenal, sino obispo emérito de
Roma y podrá seguir con el tratamiento de Santidad.
Coccopalmerio lo explicó así en una
entrevista publicada hoy por el diario italiano "Corriere della
Sera", en la que subraya: "Análogamente a lo que sucede en el caso de
los obispos que concluyen su ministerio y se llaman obispos eméritos, creo que
se puede decir que el papa al renunciar es, a su vez, obispo emérito de
Roma".
"De todos modos -agregó el prelado- su
título podrá ser el que se ha utilizado hasta ahora: Su Santidad Benedicto
XVI".
Preguntado sobre qué cambiará en la Iglesia
tras la renuncia al pontificado de Benedicto XVI, Coccopalmerio, de 75 años y
presidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, recordó que la
posibilidad de renuncia está contemplada en el derecho canónico.
"La novedad está en que finalmente
haya sucedido.
Que una cosa concreta no haya sucedido en
el pasado, al menos no en el pasado reciente, no quiere decir que no pueda
ocurrir", manifestó.
Para Coccopalmerio, en un "Motu
Proprio" (documento papal), Benedicto XVI podría precisar algunos puntos
de la Constitución Apostólica sobre cómo debe desarrollarse el cónclave y
permitir que este se adelante.
La Constitución Apostólica "Universi
Dominici Gregis", indica el comienzo de un cónclave entre 15 y 20 días
después del inicio de la llamada "Sede Vacante" (periodo que
transcurre desde que un papa fallece, o renuncia, hasta que se elige al
sucesor) para dar tiempo a los cardenales electores a llegar a Roma.
Sin embargo, el pasado miércoles el
portavoz vaticano, Federico Lombardi, explicó que Benedicto XVI está estudiando
la posibilidad de publicar un "motu proprio" para precisar algunos
puntos de la Constitución Apostólica.
Asimismo, Coccopalmerio señaló que "en
el futuro se podrán prever integraciones, precisamente para los casos de
dimisión del predecesor".
"Hoy en día todo está regulado para la
muerte del papa", recalcó el prelado, quien, sin embargo, subrayó que no
se establecerá una norma "que determine la necesidad de una dimisión, sino
que será la conciencia del Pontífice, quien se interrogará ante Dios, la que
establezca esa elección en cada caso".
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