06 de marzo de 2012 • 17:25
Terra.com
Mientras que algunos hombres derrochan el dinero en ostentosos autos deportivos cuando llegan a la mediana edad, otros, pertenecientes a una comunidad en el sur de Alemania, están pasando de su profesión a la confesión, dejando sus carreras, el dinero y el sexo para ser ordenados sacerdotes.
En la diócesis de Rottenburg-Stuttgart, un abogado, un médico, un administrador y un profesor están entre los últimos hombres en dejar sus profesiones por el alzacuellos, cuando la cantidad de sacerdotes católicos en Alemania está en decrecimiento.
"Solía ser un practicante normal y corriente, pero de repente mi amor por Dios empezó a crecer y se convirtió en una potente avalancha", dijo Andreas Braun, de 31 años. Dejó su trabajo de administrador para prepararse como sacerdote en Rottenburg, según dijo Braun al diario Bild el martes.
Otro que cambió de carrera fue Uwe Stier, de 44 años. Dijo que estaba cansado de su trabajo como abogado porque tenía que acordar divorcios entre familias que se deshacían en batallas por el dinero y los hijos y que prefería trabajar para mantener a las familias unidas.
"Como sacerdote, quiero ayudar a la gente a salvar su matrimonio", dijo Stier al periódico.
Al dejar sus antiguos estilos de vida en aras de la Iglesia, los 10 solteros de entre 30 y 50 años están creando una tendencia en la cultura popular occidental y su característica crisis de la mediana edad, que suscita decisiones impetuosas y compras impulsivas.
La diócesis en la que los hombres fueron ordenados diáconos la semana pasada, el primer paso para convertirse en sacerdotes, dijo que formaban parte de una tendencia creciente.
"Antes había muchos que seguían un procedimiento más tradicional, estudiando teología antes de entrar en la Iglesia de jóvenes, pero en los últimos años eso ha cambiado", dijo a Reuters Thomas Broch, quien integra la diócesis Rottenburg-Stuttgart.
"En este grupo en particular había un número inusualmente alto de personas que vinieron tras haber seguido un camino totalmente distinto", afirmó. "Aportan al papel una gran cantidad de experiencia de vida", comentó.
La Iglesia católica en Alemania, como en otros países, ha experimentado una escasez de vocaciones sacerdotales y los obispos alemanes estiman que dos tercios de los católicos congregados en el país no tendrán sacerdote para el 2020.
El año pasado varios sectores católicos de Roma urgieron a los obispos alemanes a que aconsejaran a su compatriota el Papa Benedicto XVI que ordenara a hombres casados en respuesta a la escasez de sacerdotes.
Los obispos alemanes han estado fusionando comunidades para que los ministros de la Iglesia, cada vez más escasos, se hagan cargo de zonas cada vez mayores.
La Iglesia alemana se vio convulsionada el año pasado por unos escándalos de abusos sexuales que se extendieron por toda Europa.
Algunos críticos culpan al celibato del abuso de menores, una conexión que la Iglesia niega. En plena oleada de escándalos, las encuestas demostraron que una cuarta parte de los católicos alemanes estaba considerando dejar la Iglesia.
(Reporte de Alice Baghdjian. Traducido por Jaime Ortiz en la Redacción de Madrid)
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