El gasto
corriente en este apartado se incrementa un 56,5%
josé graugraunavarro / madrid
Día 15/06/2012 -
13.51h
efe
Barriocanal ha presentado la Memoria de Actividades de la
Iglesia, que ayuda a 4 millones de necesitados en España
La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha hecho pública
esta mañana su Memoria Justificativa de Actividades correspondiente
al ejercicio 2010. No hay cifras más recientes porque la Agencia Tributaria ha
entregado en abril de este año los datos de 2010. A eso, la CEE añade la
información suministrada por las 69 diócesis españolas.
Como ha destacado Fernando Giménez
Barriocanal, vicesecretario de la CEE para asuntos económicos, la
memoria «ilustra la gran labor que la Iglesia desarrolla y justifica
el empleo de los recursos obtenidos mediante las
libres aportaciones de los contribuyentes». Aunque valorar en
términos económicos la aportación que realiza la Iglesia a la sociedad es una
misión compleja, la actividad desplegada, en el ámbito pastoral, educativo,
cultural y asistencial, supone «un ahorro de miles de
decenas de millones de euros para las arcas públicas».
Pero hay que partir de lo primero, que es la tarea de
evangelización, la misión esencial de la Iglesia. En
este sentido, «las actividades pastorales, sacramentales y de atención personal
ofrecidas por la Iglesia suponen la activación de una extraordinaria cantidad
de recursos humanos. Sacerdotes, religiosos y seglares entregan lo mejor de
ellos mismos al servicio de los más necesitados, en un total de más de 45
millones de horas de dedicación a los demás». En 2010, hubo 349.820 bautismos,
280.654 primeras comuniones, 74.289 matrimonios, se celebraron 309.458
exequias, más de 5 millones de eucaristías y más de 10 millones de personas
asistieron a Misa cada fin de semana.
Según explicó Barriocanal, cada euro
que se invierte en la Iglesia rinde como 2,35 euros en su servicio equivalente
en el mercado. Esto es posible gracias a la entrega generosa de
miles de personas que se realiza aplicando los criterios de gratuidad de los
recursos y eficiencia de su uso.
La memoria dedica un pequeño apartado a la actividad
evangelizadora en el extranjero. Hay 13.953 misioneros
españoles en el mundo.
El portavoz económico de la CEE también resaltó algo que
a veces se confunde: «El patrimonio de la Iglesia es una fuente de riqueza y
valor para toda la sociedad. Un patrimonio que anualmente supone para la
Iglesia un gran esfuerzo económico en rehabilitación, conservación y
mantenimiento ordinario», cuando es palpable que «estos bienes son una clara
aportación al desarrollo económico de la zona por su gran valor cultural y la
atracción turística que generan». Barriocanal puso el ejemplo de Ciudad
Rodrigo, a la que se visita por sus iglesias. O el Año Santo Compostelano,
celebrado precisamente en 2010. Por este motivo acudieron a Santiago de
Compostela, un total de 272.135 peregrinos. El impacto económico supuso el
10,6% del PIB en Galicia (6.138 millones de euros); se crearon 135.718 puestos
de trabajo y aumentó el número de pernoctaciones en la ciudad en un 9,4%.
Actividad
caritativa y asistencial
En el contexto de la crisis que padecemos, en el año
2010, uno de los principales destinos de los recursos de las diócesis españolas
fueron las actividades de tipo asistencial. El gasto corriente en este apartado
se incrementó un 56,5% en relación con el año 2009.
En 2010, fueron ya 4.165.250 las personas atendidas en
sus necesidades básicas (comedores sociales, centros de acogida, de promoción
de trabajo, de víctimas de la violencia, etc). La cifra no ha dejado de
aumentar en los últimos años y crece un 14,23% con respecto
a la de 2009.
Barriocanal insistió en que «es imposible separar esta
labor de la actividad pastoral de la Iglesia. Los voluntarios que dedican su
tiempo y sus mejores esfuerzos a quienes más lo necesitan pertenecen a la
Iglesia, han recibido el anuncio de la Buena Noticia y alimentan su fe en la
comunidad eclesial. Esa experiencia es la que da razón de ser a toda su
actividad».
Desde 2008, el sostenimiento de la Iglesia depende solo
de los católicos y de las personas que reconocen la labor que la Iglesia
realizan marcando la casilla de la Iglesia católica en la Declaración de la
Renta. Un 0,7% de sus impuestos tendrán esa finalidad, sin coste adicional para
el contribuyente. Además es compatible con marcar la casilla de los llamados
«Otros fines sociales».
Cada año son más las personas que asignan a favor de la
Iglesia, resaltó Barriocanal. «Es un sencillo gesto que no cuesta nada y que,
sin embargo, como se puede comprobar en la Memoria, rinde mucho».
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