Elecciones en Estados Unidos escenario post Santorum

¿Qué supone la suspensión de la campaña de Santorum? ¿Qué pasos seguirá Romney? ¿Cuál será la estrategia de Obama?

jaime g. morajaime_gg

/ madrid

Día 11/04/2012 - 14.04h

afp

«Ha sido un buen día para mí», decía Mitt Romney, candidato a la nominación republicana para aspirar a la presidencia de Estados Unidos. «El senador Santorum ha decidido no seguir adelante con su campaña».

Rick Santorum, el candidato más cercano a la derecha religiosa del Partido Republicano, comparecía este martes ante los medios de comunicación para anunciar que suspendía su campaña y dejaba así a Romney a un paso de hacerse con la nominación. El 6 de noviembre serán Obama y Romney quienes se disputarán la Casa Blanca. Este es el escenario post-Santorum.

¿Por qué renuncia Santorum?

El exsenador de Pensilvania anunció su renuncia el mismo día en que su hija Bella, que sufre una enfermedad congénita grave, fue dada de alta, tras pasar el fin de semana hospitalizada. Santorum alegó motivos familiares: «He pasado unas días cuidando de mi hija enferma y he tenido tiempo para rezar y pensar, y he decidido con mi familia que lo más importante es ser el mejor padre posible». Pero lo cierto es que las últimas victorias de Romney redujeron mucho las posibilidades de Santorum. Y una derrota en Pensilvania, como vaticinaban las encuestas, habría sido un golpe muy duro, no solo para estas elecciones, sino para su futuro político.

¿Qué supone una suspensión?

Santorum no habló de una retirada. Habló de una suspensión. En términos prácticos, el resultado es que el republicano abandona las primarias. La diferencia estriba en que podrá seguir recaudando fondos. Se trata de la misma fórmula que utilizó el también republicano Herman Cain en diciembre. Hillary Clinton nunca dio por finalizada su campaña en 2008. Un candidato no puede dar por finalizada su candidatura hasta que pague todas sus deudas y obligaciones.

¿Qué pasa con los delegados de Santorum?

Ganador de las primarias en 11 estados, Santorum obtuvo 285 delegados, frente a los 661 de Romney. De todos ellos, 84 los consiguió en cinco estados con votaciones no vinculantes. Eso quiere decir que esos delegados son libres de votar a cualquier candidato en la Convención Nacional de Tampa. El resto deberán a apoyar a Santorum, siempre que este no decida dar sus votos a otro candidato.

¿Apoyará a Romney?

Santorum ni mencionó a Romney, que ya le ha pedido una reunión para cerrar filas en torno al exgobernador de Massachusetts. También lo ha hecho Gingrich, el tercero en discordia con 136 delegados y cuya campaña se enfrenta a serios problemas económicos después de que el magnate Sheldon Adelson decidiera dejar de financiarlo. Gingrich dijo el martes que no se retirará hasta la convención y pidió el voto a los partidarios de Santorum.

¿Qué hará Romney?

Las primarias no han finalizado aún. Newt Gingrich y Ron Paul, aunque sin apenas opciones, mantienen vivas sus candidaturas. Eso sí, Romney logrará el objetivo de los 1.140 delegados necesarios para la nominación mucho antes de lo previsto. Tras escorar su mensaje hacia la derecha para combatir a Santorum y los recelos del votante más conservador, el exgobernador de Massachusetts debe ahora recuperar el centro político. Una reciente encuesta daba a Obama una ventaja de nueve puntos entre los independientes en los doce estados cuyo voto baila cada cuatro años.

Otro frente de Romney es el voto de la mujer, que en recientes encuestas le dieron a Obama la ventaja en Florida, Colorado o Iowa, estados clave porque se distinguen por no votar siempre a un mismo partido. Esta ventaja de Obama, una media de nueve puntos en una docena de estados importantes, se explica porque el demócrata supera en 18 puntos a Romney en este sector.

Romney está obligado también a encontrar una forma de hablar del mormonismo, la religión que profesa. No la ha mencionado hasta ahora, pero muchos ven en esta fe una secta. Según una encuesta de junio del año pasado, el 22% del electorado no está dispuesto a votar a un mormón.

¿Qué hará Obama?

Romney, con una fortuna de 200 millones de euros, pagó en 2011 menos impuestos que la clase media. Entre 2010 y 2011 pagó 6,2 millones de dólares, mientras que donó 4 a la Iglesia Mormona en concepto de diezmo. Así que Obama atacará la desigualdad social. En un discurso, este martes defendió aumentar los impuestos a los ricos para frenar la «creciente brecha» entre ellos y la clase media. «¿Queremos seguir dando beneficios fiscales a los estadounidenses más ricos, que no los necesitan y nunca los pidieron? ¿O queremos seguir invirtiendo en cosas que hagan crecer nuestra economía?», preguntó.

En la recta final de campaña entrará en juego la decisión del Tribunal Constitucional sobre la reforma sanitaria de Obama. Uno de los logros más importantes del actual presidente de EE.UU. y lo más criticado por los republicanos. Pero la reforma de Obama se parece mucho a otra que aprobó Romney en Massachusetts. Seguro que Obama subrayará esta contradicción.

Las opciones de Obama pasan también por la tasa de desempleo. Desde Franklin D. Roosevelt fue reelegido con una tasa de paro superior al 7,2% y la tasa actual está por encima del 8%, aunque con una tendencia positiva. Romney se vende como un gran gestor, pero Gingrich pagó un documental que atacaba duramente al exgobernador por su etapa al frente de Bain Capital, una firma especialista en sanear empresas. Eso incluía despedir trabajadores. Obama podrá utilizar este mensaje del vídeo: «Aquellos que creen en la creación de trabajo tienen difícil justificar haber dejado a 1.700 familias sin empleo».