La Casa Blanca,
obligada a trabajar duro por el resbalón de una comentarista demócrata
emili J. blasco / corresponsal en
washington
Día 13/04/2012 -
10.46h
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afp
Ann Romney (izda.) y Michelle Obama (dcha.)
El primer gran resbalón en el campo electoral de Barack Obama -acusar a la esposa de Mitt Romney de «no haber trabajado
un día en su vida»- obligó este jueves a una amplia movilización de la Casa
Blanca y del equipo del presidente estadounidense para reparar el posible daño
entre el electorado femenino, objeto del primer choque frontal Obama-Romney. La
«primera dama» tuvo que advertir en su cuenta de Twitter, que «toda madre trabaja duro, y
toda mujer merece ser respectada».
Recientes encuestas han mostrado que Obama
cuenta con una intención de voto entre las mujeres claramente superior a la que
tiene Romney (19 puntos de diferencia en un sondeo de «The
Washington Post»). Eso se atribuye a mensajes conservadores que han cuestionado
en las primarias el uso de anticonceptivos, aunque la interpretación parece ser
más compleja. La desventaja viene a compensarse con el claro menor apoyo de
Obama entre hombres blancos, pero como eso no es consuelo, Romney se ha lanzado los últimos días a intentar mejorar su apreciación entre las
mujeres. Ha dicho que lo que realmente les importa a ellas, como su propia
mujer insiste, es la economía.
«Su mujer en
realidad nunca ha trabajado ningún día en su vida»
«Su mujer en realidad nunca ha trabajado ningún día en su
vida», dijo una comentarista demócrata, Hilary Rose,
en una intervención en la CNN. «Nunca ha tratado con el tipo de asuntos
económicos que tenemos la mayoría de las mujeres de este país, en términos de
cómo dar a comer a nuestros hijos, cómo les enviamos al colegio, por qué nos
preocupamos de su futuro». «Romney simplemente parece
anticuado cuando se trata de mujeres», añadió Rose, lesbiana que ha
adoptado dos niños con su pareja.
Rose aludía indirectamente a los importantes ingresos
económicos que tienen los Romney, pero directametne estaba despreciando la
opción que hacen muchas mujeres de dedicarse al trabajo doméstico. «Tomé la opción de estar en casa y criar cinco hijos. Créanme,
fue un trabajo duro», respondió rápidamente Ann Romney.
Aunque Hilary Rose no tiene ninguna vinculación orgánica
con el equipo de campaña de Obama, este se movilizó de inmediato para no verse
afectado negativamente por la polémica. David Axelrod,
máximo responsable del equipo del candidato a la reelección, se declaró «decepcionado» por los comentarios de Rose, por
«inapropiados y ofensivos».
El secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney,
dedicó parte de su conferencia informativa a defender a las
mujeres que prefieren dedicarse al trabajo de su hogar, al tiempo
que destacó las mejoras que ha supuesto la Administración Obama en el mercado
laboral femenino. Cuestionó el dato criticado por Romney, quien dijo que
durante esta presidencia el 95% de los puestos de trabajo perdidos han sido de
mujeres.
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