Promovida por el cardenal Vingt-Trois y la Conferencia Episcopal
La Iglesia francesa ha movilizado a todos
sus fieles, frente al proyecto de Hollande de reconocer como matrimonio las
uniones homosexuales. Lo hace con sus «armas» más propias: en todas las misas
del 15 de agosto, fiesta de la patrona de Francia, la Asunción de la Virgen
María, se rezará una Oración universal a Dios por el matrimonio y la familia
cristianos, por los gobernantes y legisladores y por los jóvenes y niños.
12/08/12 12:30
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(Agencias/InfoCatólica) Recuperando la
oración por Francia instaurada por el rey Luis XIII en 1638 y
abandonada tras la Segunda Guerra Mundial, en una carta enviada a todas las
diócesis el 25 de julio, el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal
André Vingt-Trois, explicaba que «dada la situación y los probables
proyectos legislativos del Gobierno sobre la familia, considero oportuno dar
una señal nacional con motivo del 15 de agosto». El objetivo primordial,
afirma el cardenal, es conseguir que “algunos de nuestros fieles se
sensibilicen, incluso entre nuestros parlamentarios”.
La oración universal se rezará en todas las parroquias el
miércoles 15 de agosto, Solemnidad de la Asunción de la Virgen María, Patrona
de Francia y fiesta nacional muy popular. Tiene cuatro peticiones
§
“por quienes en
estos tiempos de crisis económica padecen dificultades y ven con
inquietud el porvenir; por quienes tienen la capacidad de tomar decisiones en
estos temas y para que Dios que nos conceda ser más generosos y solidarios con
nuestros prójimos”
§
“por aquellos que
han sido recientemente elegidos para legislar y gobernar, para que su
sentido del bien común de la sociedad prime sobre las peticiones particulares y
para que tengan la fuerza de seguir las indicaciones de su conciencia”
§
“por las familias,
para que su legítima confianza de apoyo social no sea defraudada, para que sus
miembros se sostengan con fidelidad y ternura durante toda su vida,
especialmente en los momentos dolorosos, para que el compromiso de los
esposos entre sí y respecto a sus hijos sea un signo de la fidelidad del
amor”
§
“por los niños
y jóvenes, para que todos nosotros ayudemos a cada uno de ellos a descubrir
su camino para progresar hacia el bien, para dejen de ser objeto de los deseos
y conflictos de los adultos y puedan beneficiarse plenamente del amor de un
padre y de un madre”
El cardenal Vingt-Trois ya había recordado
la postura de la Iglesia, en la defensa del orden natural, sobre el tema de
las uniones de homosexuales tras reunirse con Hollande en julio, cuando
insistió en que “el matrimonio no es una forma de reconocer la autenticidad de
las relaciones entre dos personas que se quieren” sino “una institución social”
para garantizar “una buena educación de los niños”.
En un país donde tanto la derecha como la
izquierda enarbolan la laicidad, ha sorprendido esta repentina toma de
posición de los obispos, ya que desde el final de la II Guerra Mundial,
la Iglesia se había mantenido alejada de la vida política, tanto en las
homilías de los Obispos como en los documentos de la Conferencia Episcopal.
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