Alberto Nájar
BBC Mundo,
Ciudad de México
Viernes, 8 de
marzo de 2013
En México, como
en otros países de América Latina, los insultos con palabras homofóbicas son
comunes.
Pero una decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)
puede cambiar la historia.
La mayoría de
los ministros del tribunal estableció que palabras como "puñal" o
"maricón", una forma denigrante de definir a una persona homosexual,
son discriminatorias.
Expresiones como
ésas no están protegidas por el derecho a la libertad de expresión, señaló la
Corte, y quienes las usen en medios de comunicación pueden ser sancionados
legalmente mediante un juicio por daño moral, que se castiga con el pago de
fuertes indemnizaciones a los afectados.
"Las
manifestaciones homófobas son una categoría de discursos del odio, los cuales
se identifican por provocar o fomentar el rechazo hacia un grupo social",
indicaron los ministros de la Primera Sala de la Corte.
Organizaciones
civiles ven en este fallo "un gran avance" que puede tener un fuerte
impacto cultural, le dijo a BBC Mundo Aarón Rojas, coordinador de la campaña
Reacciona México que lucha contra la discriminación sexual en redes sociales de
Internet.
"El uso de
este lenguaje, desde muy pequeños, nos hace ver natural la forma como nos
tenemos que referir a las cosas", explicó.
"Con el
paso del tiempo no es sólo el lenguaje porque luego viene la violencia contra
la mujer o coartar derechos a las minorías".
Disputa legal
"Las manifestaciones homófobas son una categoría de
discursos del odio".
Suprema Corte de
Justicia de México.
La decisión de
la SCJN puso fin a una prolongada disputa legal entre dos periodistas de
Puebla, al sur de Ciudad de México.
En su columna de
un diario local uno de los comunicadores llamó "puñal" al director de
otro periódico donde, según él, sólo escriben "maricones".
El aludido
demandó a su agresor y tras varios juicios el caso llegó a la Corte.
Pero éste es
sólo uno más de los casos de discriminación y violencia contra personas con
preferencia sexual distinta, apuntó Rojas. "México es todavía un país
bastante homófobo".
"El modelo
en que fuimos educados desde pequeños es el machismo, hay una
heteronormatividad de cómo debemos ser los hombres y las mujeres.
Una
orientación diferente rompe con esta educación".
Las redes
sociales de internet, como Twitter o Facebook, son espacios donde
frecuentemente aparecen actitudes homofóbicas.
Una víctima
reciente es la periodista Carmen Aristegui, que conduce algunos de los espacios
más críticos del país y quien denunció a varias cuentas falsas de Twitter con
su nombre desde las que ha sido calificada como "lesbiana".
"Se utiliza
el tema de la sexualidad como una herramienta para denostar, descalificar,
estigmatizar en un discurso de odio y de utilización infame de una herramienta
como pueden ser las redes sociales", dijo la comunicadora en su programa
radial Noticias MVS, Primera Edición.
"Finalmente
es un elemento que se coloca en el terreno de la cobardía, porque el anonimato
de las redes es tremendo", advirtió.
Manual
La periodista Carmen Aristegui
ha sido atacada en redes sociales de internet
¿El fallo de la
Corte puede combatir el uso de expresiones homófobas en los medios?
Sí, confía el
Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
"Será un
referente para clarificar la discusión pública de la validez de emitir mensajes
y expresiones en el ámbito público y privado basadas en el discurso de
odio", indicó el organismo.
Y es que el
lenguaje homofóbico es frecuente en varios medios de comunicación, tanto en
poblaciones pequeñas como en las grandes ciudades del país.
De hecho, en
2011 el Conapred y la Red de Periodistas de a Pie editaron el manual Escrito
sin d.
Sugerencias para un periodismo sin etiquetas, con el que se
pretende orientar a los comunicadores para que no usen términos impropios
especialmente al referirse a la comunidad lésbico, gay y transexual.
Aunque el manual
se ha difundido entre periodistas de casi todo el país, es apenas una parte del
esfuerzo para eliminar el lenguaje discriminatorio de los medios, reconocen
activistas.
Hasta ahora la
tarea más difícil se encuentra en internet, donde temas y frases contra la
diversidad sexual suelen ser muy populares.
En ese espacio
que en México no está regulado, la batalla es intensa recuerda Aarón Rojas.
"Hay acciones muy concretas para abatir el mal uso del lenguaje",
afirmó.
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