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Documentos secretos revelan que Pío XII retiró millones
de dólares de los países ocupados por Alemania durante la Segunda Guerra
Mundial.
El pontificado de Pío XII duró desde 1939
hasta 1958
30 de enero de 2013. 02:53h
Darío Menor. Ciudad del
Vatico.
Pío XII y la
Santa Sede se opusieron activamente al nazismo durante la Segunda Guerra
Mundial invirtiendo ingentes sumas de dinero en empresas estadounidenses que
fabricaban armamento y equipamiento para el Ejército aliado.
Lo hicieron
desde suelo norteamericano, pues al principio del conflicto transfirieron parte
de las reservas económicas de la Iglesia desde los territorios controlados por
la Alemania de Hitler a Estados Unidos.
El Gobierno de
Washington apoyó estos movimientos, como muestra el hecho de que estuvieran
exentos de las restricciones contempladas para las operaciones que venían de
países enemigos.
Depositados en
bancos estadounidenses como JP Morgan y National City Bank of New York (hoy
Citibank), el dinero, los títulos y las reservas de oro sirvieron para ayudar a
las iglesias de los países ocupados por el nazismo y para financiar actividades
humanitarias a favor de las tropas aliadas y de la población europea.
El dinero de la
Santa Sede también fue utilizado para comprar deuda pública estadounidense y
para invertir en firmas como Rolls Royce, United Steel Corporation, Dow
Chemical, Westinghouse Electric, Union Carbide y General Electric, en cuyas
fábricas se abasteció el Ejército aliado para acabar con la locura de Hitler.
Hubo fondos
vaticanos que también fueron confiados al banco británico Barclays.
Esta información
fue hallada en documentos de los servicios secretos británicos relativos al
periodo 1941-1943 por Patricia M. McGoldrick, de la universidad Middlesex de
Londres, que ha publicado un artículo al respecto en el número de diciembre de
la revista trimestral de la universidad de Cambridge «The Historical Journal».
Su texto,
titulado «Nuevas perspectivas sobre Pío XII y las transacciones financieras
vaticanas durante la Segunda Guerra Mundial», utiliza los documentos
conservados en el Archivo Nacional británico que conciernen a las actividades
de dos organismos de la Santa Sede: el Instituto para las Obras de Religión
(Ior) y la Sección extraordinaria para la administración de los bienes de la
Santa Sede (Asss). «L'Osservatore Romano» informa del artículo de McGoldrick en
su edición de hoy.
Además de Pío
XII, el protagonista de esta operación internacional digna de convertirse en
argumento de novela es Bernardino Nogara, responsable desde 1929 de las
finanzas del Vaticano.
Siguiendo las
órdenes del Pontífice, Nogara tejió una red por la que salieron millones de
dólares de los países ocupados por la Alemania nazi y sus aliados, que
sirvieron para acabar con él y ayudar a los que más lo sufrieron.
«El río de
dinero del Vaticano» fue utilizado para «derrotar al nazismo y poner fin para
siempre a los bestiales asesinos del Holocausto», escribe la historiadora
británica.
Según su
investigación, buena parte de estos fondos sostuvieron a las iglesias europeas
de las zonas ocupadas.
Las misiones
eclesiales, las nunciaturas, los seminarios y las diócesis de Europa recibieron
parte de ese dinero para seguir operando.
«Para ayudar a
las iglesias perseguidas durante la ocupación nazi, el Ior tenía una cuenta
separada en el Chase National Bank de Nueva York», cuenta McGoldrick.
Para Hitler, la
Iglesia era una enemiga acérrima.
Por ello
confiscó y cerró escuelas católicas, monasterios y parroquias, suprimió las
organizaciones juveniles y las publicaciones relacionadas con la Iglesia y
persiguió, asesinó y confinó en campos de concentración a un buen número de
sacerdotes y religiosos.
El artículo de
la investigadora de la universidad Middlesex de Londres muestra que el Gobierno
británico siguió con atención las transferencias vaticanas realizadas entre
1941 y 1943.
En el Archivo
Nacional británico se pueden hallar documentos que muestran de forma casi
diaria los movimientos de dinero realizados por los organismos de la Santa Sede
y sus distintas inversiones internacionales.
El Papa Pacelli
y la Shoah
La investigación
de Patricia M. McGoldrick contribuye a arrojar luz sobre el papel desempeñado
por Pío XII durante la Segunda Guerra Mundial.
Aunque algunos
líderes judíos acusan al Papa Pacelli de no haber hecho lo suficiente para
evitar la Shoah, el Vaticano siempre ha defendido la actuación que realizó el entonces
Pontífice para salvar la vida del mayor número posible de hebreos.
Durante la
visita que realizó a la Sinagoga de Roma hace ahora tres años, Benedicto XVI
lamentó la «indiferencia» de algunos durante aquellos años, pero subrayó el
papel desempeñado por los católicos que «siguiendo el impulso de su fe,
abrieron los brazos para socorrer a los judíos, arriesgando con ello su propia
vida».
Dentro de dos
años, cuando el Archivo Secreto Vaticano permita el acceso a toda la
documentación del pontificado de Pío XII, que abarca desde 1939 hasta 1958, se
podrán saber más detalles de la estrategia financiera tejida por la Santa Sede
para combatir el nazismo.
Entonces,
señalan fuentes vaticanas, se comprobará la enorme acción de socorro
clandestino que desempeñó la Iglesia con los judíos y su papel para acabar con
Hitler y el Holocausto (en la imagen, campo de concentración nazi de Auschwitz,
en la Polonia ocupada).
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