8.05.12
A las 10:22 AM, por Luis
Santamaría
Categorías : General
El “nuevo Jesucristo” vive en Nuevo Laredo
(Tamaulipas, México), según informa el diario El Universal, en un
artículo firmado por Thelma Gómez. Se llama Ignacio González de
Arriba, es de nacionalidad española y dirige una agrupación bautizada como “Defensores
de Cristo”. A sus seguidores les promete enseñarles cómo lograr éxito en la
vida, realizar milagros, curar enfermedades y alejar el dolor. Olivia
Castillo creyó en estas promesas. Terminó sin dinero, sin familia y
destruida sicológicamente. Por eso se atrevió a denunciar a lo que ella
reconoce ahora como una secta destructiva que funciona en México desde, por lo
menos, hace cinco años.
Olivia Castillo se enganchó con esta
organización cuando buscó ayuda para superar la muerte de su hijo de seis
meses. Fue en diciembre de 2008. Ella tenía 28 años. Un amigo le habló de la
existencia del Centro de Bioprogramación en Torreón, Coahuila. Ahí se ofrecían
cursos para enseñar técnicas que permitieran “evitar el dolor físico,
mejorar la autoestima, las relaciones familiares, desarrollar habilidades de
comunicación”, informaron notas de periódicos locales en donde se
publicitaba el centro dirigido por Ignacio González. Olivia pagó 2 1.500 pesos
por el primer curso. “Desafortunadamente, me gustó lo que escuché”, dice
esta mujer que continuó pagando y asistiendo a más diplomados del centro. En
los cursos de bioprogramación es donde se eligen a las personas que después
forman parte de “Defensores de Cristo”.
Funcionamiento de la secta
Olivia recuerda que a los “elegidos”,
a los “puros de corazón”, se les promete enseñarles los preceptos para
el “doctorado en metafísica teológica”. Algunos de estos preceptos son
el conocer cómo hacer viajes astrales, cómo curar el cáncer, cómo usar “la
energía piramidal para hacer milagros”, cómo utilizar la hipnosis, cómo
hacer exorcismos, cómo evangelizar por internet, cómo “aliviar” a los
familiares de un fallecido, cómo “hacer el milagro de la prosperidad y
bendición de negocios”.
Ser un “elegido”
no es una excusa para no pagar los 180 mil pesos que cuesta el doctorado. Para
poder pagar esa cantidad, Olivia trabajó en el Centro de Bioprogramación, fue
ahí que conoció la forma de operar de la agrupación dirigida por el español
Ignacio González y en la que también colaboran el venezolano José Losanger
Arenas Segovia y el boliviano Guillermo Rodrigo Bell.
Olivia se enteró de que Ignacio tiene dos
esposas: una ciudadana brasileña y una mexicana. Que su grupo cercano y quienes
forman parte de Defensores de Cristo son alrededor de 20 personas, algunos de ellos
son llamados apóstoles. Que al ser parte de la agrupación debía tener
relaciones sexuales con los apóstoles y las esposas de ellos. Que, al ser parte
del grupo “selecto”, tenía que buscar mujeres para que tuvieran sexo con
Ignacio González, porque “para ellos el sexo era obtener energía, ganar vida
y llevar magia para el maestro”.
Cuando cuenta su historia, Olivia reconoce
que es difícil creer que una persona esté dispuesta a quedarse sin dinero, a
vender un riñón —como asegura que lo hizo uno de los seguidores—, a olvidarse
de su familia y de ella misma por un hombre que se presenta como líder, como el
maestro o el gurú. “La verdad no te das cuenta de lo que haces. Es tanto el
daño sicológico, el control que logran en ti que te vas sometiendo”.
En septiembre de 2010, Olivia tuvo un
accidente automovilístico que la dejó en cama varios días. “Eso me salvó”
—dice—. “La gente del grupo no me habló, nunca se preocupó por mi estado de
salud. Yo no tenía dinero ni comida ni nada. Ahí me di cuenta de que yo no les
importaba, que sólo me utilizaron cuando les era útil”.
En noviembre de 2010 se enteró de que Ignacio
González y sus seguidores se mudaron a Nuevo Laredo, Tamaulipas. En esa ciudad
fronteriza también ofrecen cursos y se publicitan en diarios locales en donde
hablan de la Universidad de Bioprogramación y de que su método ha logrado
cambiar la vida de 20.000 personas en 25 países.
Difusión en Internet
Difusión en Internet
Para Olivia no ha sido fácil retomar su vida.
En su búsqueda de explicaciones para lo que vivió se encontró con la Red de
Apoyo a las Víctimas de Sectas (Ravics), organización que ya denunció ante la
Procuraduría General de la República a Ignacio González, a José Losanger
Arenas, a Tito Mernissi y a Guillermo Rodrigo Bell Becerra por los
delitos de asociación ilícita, defraudación, inducción a la prostitución,
tráfico de mujeres y de órganos, ejercicio ilegal de la medicina y reducción a
la servidumbre.
Héctor Navarro, abogado de la
Ravics, dice que su organización, cada vez más, recibe denuncias de personas
que son enganchadas a través de páginas de internet o de cursos “que
prometen éxito monetario y sanación inmediata”. Además de los Defensores de
Cristo, Ravics también acusa a Nueva Acrópolis de enganchar a jóvenes a través
de cursos para después integrarlos a una agrupación que utiliza símbolos nazis.
Internet es una de los medios de difusión que
más utiliza la organización que dirige Ignacio González. Sus cursos, “sanaciones”
y su defensa de que él es Cristo se puede encontrar en blogs o páginas que
hablan de los Defensores de Cristo, Centro de Bioprogramación y Market 2000. El
investigador Bernardo Barranco, especialista en temas religiosos, dice
que la existencia de grupos como los Defensores de Cristo se da porque utilizan
el fanatismo, el adoctrinamiento y sometimiento sicológico —sus seguidores
pierden toda la racionalidad— para concretar sus fines económicos y de poder.
También, apunta, pueden existir porque hay
grandes vacíos y omisiones de autoridades. “Necesitamos autoridades más
proactivas, que no esperen que haya escándalos de abusos religiosos para
actuar”, advierten.
pues que pena que de eso se balen para poder espelotar la gente pero ay un solo dios que el si nos ama y la señora la va ayudar y la bendición y ellos seguirán asiendo dela suyas mientra puedan pero aun que lastima que jueguen con los sentimientos de las persona y abusen del dinero y las necesidades de cada quien y que pena que se aprovechen delas necesidades de cada quien asi es estos ellaman estafodores
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