Las cifras del
divorcio son muy importantes.
En España crece y va hacia el 30% sobre
matrimonios celebrados.
En USA está por encima del 40% bajando algo los últimos
años.
13-09-2012
Psicoterapeutas 13/09/2012
Dr. José Antonio García Higuera
Los hechos
Las cifras del divorcio son muy
importantes.
En España crece y va hacia el 30%
sobre matrimonios celebrados.
En USA está por encima del 40%
bajando algo los últimos años.
Es un fenómeno que se está dando, al
menos, en el mundo occidental.
Dar la estadística del porcentaje de
divorcios sobre el de matrimonios celebrados el mimo año podría dar una idea de
la tasa de fracaso matrimonial; pero solamente si ese porcentaje se mantuviese
un número de años equivalente a la duración de un matrimonio.
Otros datos indican que en España más
del 90% afirman estar satisfechos con sus relaciones familiares (ver http://www.psicoterapeutas.com/pacientes/pjactual.pdf).
¿Cómo se casan estas afirmaciones de
satisfacción con las cifras crecientes de separaciones que en España llegan al
30% de los que se casan anualmente?
Primeramente porque en la familia no
solamente está la pareja, sino también los hijos, que son un factor importante
en la felicidad.
Los hijos son una razón poderosa para
estar bien en familia y para no separarse.
Por otra parte, es posible que el 10%
no satisfecho sea quienes dan el 30% de los divorcios.
Si todos los años se casan 100 y se
divorcian 30, quedan 70 casados.
En 10 años serán 700 matrimonios los
que se mantienen.
Si de esos 700 al año siguiente se
divorciaran solamente un 5% se divorciarían 35 y por tanto ese año los
divorcios serían el 35%.
En cualquier caso, las cifras de
divorcio son muy importantes.
Lo que ha llevado a hacer estudios
sobre la influencia que puede tener sobre los hijos.
La dimensión social de los efectos
sobre la prole no se nos puede escapar.
Se barajan cifras importantes.
Porque, por ejemplo, se supone que en
Gran Bretaña casi la mitad de los niños se encontrarán con sus padres
divorciados.
Factores de
riesgo para los hijos en el divorcio
A la hora de estudiar los efectos del
divorcio en los hijos es difícil determinar si es el propio divorcio lo que les
afecta o una serie de factores sociales que acompañan muy frecuentemente a la
separación de las parejas.
Entre los factores sociales destacan
(Kalter et al. 1989):
·
Pérdida de poder adquisitivo.
·
·
La convivencia en común supone el ahorro de
una serie de gastos que se comparten.
·
·
La separación conlleva una pérdida de poder
adquisitivo importante.
·
·
Cambio de residencia, escuela y amigos.
·
·
El divorcio de los padres conlleva cambios
importantes en el entorno del hijo.
·
·
Puede tener que cambiar de colegio, o de
residencia.
·
·
El impacto que tiene este factor en el
desarrollo y ajuste social del niño es muy importante.
·
·
Convivencia forzada con un padre o con
miembros de la familia de alguno de ellos.
·
No siempre la elección del padre con el que
se convive es la que el niño quiere.
·
·
La familia de los separados apoya el
trabajo adicional y aporta frecuentemente el apoyo necesario para que el padre
que se hace cargo del niño pueda realizar sus actividades laborales o de ocio.
·
·
Este factor conlleva una convivencia con
adultos, muchas veces muy enriquecedora y otras no tanto.
·
·
Disminución de la acción del padre con el
que no conviven.
·
·
El padre que no está permanentemente con su
hijo deja de ejercer una influencia constante en él y no puede plantearse
modificar comportamientos que no le gustan los fines de semana que le toca
visita.
·
·
Por otro lado, el niño pierde el acceso a
las habilidades del padre que no convive con él, con la consiguiente
disminución de sus posibilidades de formación.
·
·
Introducción de parejas nuevas de los
padres.
·
·
Es un factor con una tremenda importancia
en la adaptación de los hijos y tiene un efecto importantísimo en la relación
padre/hijo.
·
Si se dan, además factores
emocionales en los padres los efectos negativos en los hijos pueden
multiplicarse.
Por ejemplo:
·
Una mala aceptación del divorcio por uno de
los padres puede llevarle a convivir con una persona deprimida u hostil.
·
·
Un divorcio conlleva de forma por su propia
esencia una cierta hostilidad entre los padres.
·
·
Cuando esa hostilidad se traslada a los
hijos, intentando que tomen partido o que vean a la otra persona como un ser
con muchos defectos, se está presionando al niño para que vea a su padre desde
un punto de vista equivocado, porque tendrá muchos defectos; pero siempre será
su padre.
·
·
Si la hostilidad entre ellos persiste
después del divorcio, es difícil que no afecte la convivencia con el niño.
·
Efectos de esos
factores
Vamos a estudiar los efectos del divorcio,
ya sean debidos a estos factores o el propio divorcio, Amato (1994) realizó un
estudio resumiendo los efectos que se habían encontrado en los niños cuyos
padres se habían divorciado y señala diferencias con los niños cuyos padres
continúan juntos:
·
Bajada en el rendimiento académico.
·
Peor auto concepto.
·
·
Dificultades sociales.
·
·
Dificultades emocionales como depresión,
miedo, ansiedad,…
·
·
Problemas de conducta.
·
·
Wallerstein (1994) ha realizado el
seguimiento de 131 niños durante 25 años y ha encontrado que estos efectos del
divorcio en ellos no se limitaban al periodo de duración del divorcio, sino que
trascendían a toda su vida. Otros estudios confirman esta afirmación (Sigle-Rushton,
Hobcraft y Ciernan, 2005)
·
Señala Wallerstein, como factor interesante, las dificultades que
encontraban para creer en la continuidad de la pareja, con lo que su nivel de
compromiso con la pareja era mucho menor.
Hay que tener en cuenta que el compromiso es un elemento importante tanto
en la estabilidad de la pareja como en el grado de felicidad subjetiva que
aporta (ver http://www.psicoterapeutas.com/terapia_pareja/pjactual.pdf).
Efectos
emocionales del divorcio en los hijos
Como siempre hay que señalar que las
reacciones emocionales que se dan en los hijos no están predeterminadas.
Dependen de un número importante de
factores, como la historia del niño y la manera y habilidad que tiene para
enfrentarse a la nueva situación que tiene un influencia tremenda en su vida.
Como orientación se incluyen algunas
de las reacciones que pueden aparecer dependiendo de la edad.
Son solamente orientativas.
De tres a cinco
años:
·
Se creen culpables por no haber hecho la
tarea o no haber comido.
·
·
Su pensamiento mágico les lleva a tomar
responsabilidades tremendamente imaginarias.
·
·
Temen quedarse solos y abandonados.
·
·
Hay que recordar que en estas edades los
padres constituyen el universo entero de los niños y que la relación en la
pareja es el medio en el que ellos están cuidados y mantenidos.
·
La edad más
difícil es la de 6 a 12 años.
·
Se dan cuenta de que tienen un problema y
que duele y no saben como reaccionar ante ese dolor.
·
·
Creen que los padres pueden volver a
juntarse y presionan o realizan actos que no llevan más que a un sentimiento de
fracaso o a problemas adicionales en la pareja.
·
Los adolescentes
experimentan:
·
Miedo, soledad, depresión, y culpabilidad.
·
·
Dudan de su habilidad para casarse o para
mantener su relación.
·
Como elemento a tener en cuenta en la
asignación de los hijos a los padres es el hallazgo de que los hijos criados
por el padre del mismo sexo se desarrollan mejor.
El divorcio no puede considerarse
como una causa de problemas psicológicos, sino como un factor que hace a la
persona más vulnerable (Vangyseghem y Appelboom, 2004)
Vangyseghem y
Appelboom, 2004 Rev Med Brux. 2004 Oct;25(5):442-8. Psychological repercussions
of parental divorce on child. [Article in French]
Parental
Disruption and Adult Well-Being: A Cross Cohort Comparison Wendy Sigle-Rushton
John Hobcraft and Kathleen Kiernan
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