2012-08-22
ASIA/SIRIA -
Rableh (Agencia Fides) – Más de 12.000 fieles
greco-católicos se encuentran aislados en la aldea de Rableh, al oeste de
Qusayr, región de Homs.
Los víveres escasean, los fieles están “a pan y agua”,
y faltan las medicinas para cuidar a los enfermos y heridos”.
Es la alarma que
lanzan fuentes locales de Fides que, invocando el respeto del derecho
humanitario, confirman lo que la prensa internacional está refiriendo sobre la
situación en Rableh.
Desde hace más de diez días, la aldea de di Rableh está sometida a un riguroso bloqueo por parte de grupos armados de la oposición, que lo rodean por todos los lados.
Uno de los responsables de una parroquia local, B.K., que pide el
anonimato por motivos de seguridad, ha referido a Fides que en los últimos días
francotiradores han matado a tres jóvenes de la aldea: George Azar de 20 años,
y otro de 21 años, y Elias Tahch Semaan, de 35 años, casado y padre de cuatro
hijos.
Algunos representantes de la iniciativa popular por la reconciliación
“Mussalaha” han conseguido llevar una pequeña cantidad de ayuda humanitaria a
la aldea.
Un representante de “Mussalaha” ha calmado a los fieles, firmando que
“se hará todo lo posible para permitir la entrega de las ayudas humanitarias”.
Su Beatitud el Patriarca Gregorios III Laham, visiblemente conmovido, ha hecho
un llamamiento a todos los hombres de buena voluntad para que “se salve Rableh
y todos las otras aldeas que sufren en Siria, y que llegue por fin la paz a
nuestro País tan amado”.
También el Nuncio Apostólico en Siria, Su Exc. Mons.
Mario Zenari, ha invitado a todas las partes implicadas “al riguroso respeto
del derecho internacional humanitario”, recordando que la solución de la crisis
en Siria depende sobre todo de sus ciudadanos.
La Agencia Fides ha sabido, además, que un helicóptero de ataque ha bombardeado
los últimos días el monasterio greco-católico de Santiago el Mutilado, en Qara,
que actualmente hospeda una comunidad de 25 personas de nueve países y unos
veinte refugiados, cuando pretendía atacar algunos grupos rebeldes.
No ha
habido víctimas, pero una parte del monasterio, que se remonta al siglo VI d.
C., ha sufrido daños.
La Superiora del monasterio, Madre Agnès-Mariam de la
Cruz, ha añadido su voz a las de la jerarquía local, pidiendo el fin de la
violencia y “la adopción de la lógica del diálogo y de la reconciliación”.
Autoridades cristianas locales piden a las partes en lucha que eviten las áreas
donde viven los civiles, y que salvaguarden el patrimonio cultural e religioso
del País.
(PA) (Agencia Fides 22/8/2012)
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