Steven Mosher | Presidente del
Population Research Intitute
Sin embargo, los votantes de Estados Unidos, al
menos los de aquellos estados clave para una re elección, parecen mucho menos
que impresionados. Este último giro radical en la política de Obama es casi
seguro que le costará Carolina del Norte, Indiana y Virginia. También ha puesto
en riesgo otros estados, como Ohio, Florida y Pensilvania.
Si éstos van para Romney, entonces, la aprobación
de Obama a los “matrimonios” entre personas del mismo sexo le habrá costado la
re elección.
Dejemos de lado, por el momento, las cuestiones de
moralidad. Dejemos de lado también que los actos homosexuales acortan
dramáticamente la vida, debido a las enfermedades que resultan de ellos (los
activistas homosexuales no tienen problema en admitir que esto es cierto; sólo
que le quitan importancia a la cantidad de años que el contacto con la sangre y
materia fecal de múltiples compañeros le acortan a su tiempo de vida).
Lo que quiero decir por callejón sin salida
evolutivo es que todos y cada una de las parejas homosexuales son, por
definición, estériles. No importa cuántas veces copulan, las parejas
homosexuales, sea hombre con hombre, o mujer con mujer, no puede generar una
nueva vida. No espere ver a Barney Frank anunciando un nacimiento (Nota del
editor: Frank es un político estadounidense, miembro de la Cámara de
Representantes, que recientemente se declaró gay).
Los activistas homosexuales dicen que la capacidad
de procrear no tiene ninguna trascendencia. Asimismo, niegan que una función
importante del matrimonio sea promover la procreación responsable y la crianza
de los niños. Desde un punto de vista evolutivo, sin embargo, tales objeciones
son una completa y absoluta tontería.
¿Qué sucedería en Estados Unidos? Lo primero es que
la tasa de natalidad bajaría a cero en términos prácticos (no sería un cero
matemático porque supongo que algunas pocas lesbianas se realizarían la
inseminación artificial).
Entonces la población de los Estados Unidos
comenzaría a morir rápidamente. Y para finales del siglo, casi todos los
estadounidenses estarían muertos. No es un vaticinio. Se trata tan solo de
demografía.
Los defensores del control de la población, durante
mucho tiempo, han promovido la homosexualidad precisamente porque entienden su
esterilidad inherente. Por eso, Frederick S. Jaffe (primer presidente del
Instituto Guttmacher), por ejemplo, en su artículo de octubre de 1970 en
“Perspectivas”, sugirió que una forma de reducir la tasa de nacimiento
estadounidense sería alentar las conductas homosexuales. Jaffe entendía
perfectamente que el sexo entre gays y lesbianas es estéril y por eso sumamente
útil para el objetivo que persigue.
El único futuro que tiene una familia, o una
nación, está en sus hijos. Estados Unidos sólo seguirá prosperando si cada
generación es reemplazada. El proyecto original de nación comenzara hace poco
más de 200 años fracasará sin las personas que la forman. Su gente es, después
de todo, su primer y esencial presupuesto.
¡Qué bien se podría aplicar a esta coyuntura la famosa frase del Presidente Reagan sobre el aborto! Reagan decía a todos aquellos que están a favor del aborto que pueden opinar así precisamente porque ya nacieron. Lo mismo podríamos decirle a los que están a favor de los “matrimonios” entre personas del mismo sexo: pueden opinar así precisamente porque ya nacieron…como consecuencia de una relación sexual entre un hombre y una mujer.
En la medida que Obama tenga éxito promocionando
los “matrimonios” entre personas del mismo sexo, habrá todavía menos niños para
afrontar nuestro futuro.
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