jueves, 19 de julio de 2012

Testimonio de Miguel un joven que es miembro del Movimiento Regnum Christi de Venezuela.




Testimonio de Miguel un joven que es miembro del Movimiento Regnum Christi de Venezuela.

Dios nos necesita
«Este Movimiento, para mí, es una gran bendición y es parte de mi vida».
Mi nombre es Miguel y quiero compartir con todos cómo mi vida ha cambiado desde que pertenezco al movimiento Regnum Christi.
Mi vida era como la de todo niño. Pendiente de cosas como jugar, divertirme, comer, ver fútbol, etc. Tenía una actitud egoísta sin saberlo. Pero todo esto cambió gracias a mi hermano mayor que era miembro del Movimiento. Digo “era” porque ya no está con nosotros, ahora él se encuentra en la presencia de Dios. Mi hermano me invitó a participar, teniendo yo once años, en las actividades de un grupo llamado ECYD. En este grupo fue donde aprendí y profundicé lo que es Jesús y la Virgen María, aprendí a amarlos y también a descubrir y seguir su voluntad, cosa que cuesta mucho a veces, pero si lo ves desde los ojos de Dios, comprendes que al final es muy importante aceptarlo.
Todo esto no lo aprendí solo, muchas personas me enseñaron esto: mis padres, los legionarios de Cristo, mis responsables de ECYD, Daniel y José Manuel, hasta mis compañeros de grupo. En el ECYD (Educación, Cultura y Deporte) cada letra cumple un rol importante.
En cuanto “educación” aprendí a amar a Dios, a la Virgen Maria, lo importante y fuerte que es tener fe y la vida de oración. Y como dijo una vez la Madre Teresa de Calcuta: “El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio y El fruto del servicio es la paz”.
En relación a “cultura” aprendí que con todo lo que aprendes sobre la fe y la oración, lo puedes trasmitir mediante obras como los apostolados existentes hasta ahora en el Movimiento, y de este modo ser una influencia positiva en la sociedad.
Y, por último, “deporte”. Aquí aprendes a forjar el carácter, a tener una personalidad sólida, en tu forma de pensar y en todo lo que ya se ha aprendido como miembro del ECYD. También aprendes a ganar y a perder y así, tanto de los éxitos como de las derrotas, sacas lo mejor posible, porque a veces nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no tanto en el resultado, un esfuerzo completo puede ser ya una victoria completa.
Luego de algunos años, ya tuve la edad para ir a unas misiones de evangelización durante la Semana Santa, con Juventud Misionera, fueron mis primeras misiones en abril de 2004 y fuimos a Paraguaná. Anécdotas hay muchas. Todas con un mensaje diferente, pero con algo en común: Jesucristo. Ahí es cuando nos damos cuenta de que somos instrumentos de Dios y que los milagros existen.
«Estamos aquí porque Dios así lo ha querido, y porque somos instrumentos de Él y tenemos un misión que cumplir».
Este Movimiento, para mí, es una gran bendición y es parte de mi vida. Como dijo una vez Omar Barragán, un responsable de ECYD, que cada uno de los que formamos parte del grupo no es por casualidad ni porque llegaron unos extraños a hablar de Dios y muchas cosas más, no. Estamos aquí porque Dios así lo ha querido, y porque somos instrumentos de Él y tenemos un misión que cumplir. A lo mejor la misión de mi hermano mayor fue introducirme a mí y a mi otro hermano en el Movimiento. Uno nunca se imagina lo que le espera, pero lo que sí se puede saber es que en el Regnum Christi estamos trabajando por Dios y para Dios.
Quizá quienes no nos conozcan se preguntarán si el Movimiento es nada más para la Semana Santa. Pero tenemos otros apostolados en el que se trabaja todo el año para ayudar a los demás. Yo, por ejemplo, estoy encargado de un programa en Soñar Despierto y trabajamos casi todo el año para estar con los niños necesitados, enseñándole valores y dándoles momentos de alegría.
A los señores, jóvenes y niños que me están leyendo los invito a conocer el Regnum Christi, las puertas están abiertas. Los invito a tener una vida distinta de cara a Dios. Se puede llevar una vida hermosa en familia, y a la vez, con ellos se puede ayudar a la sociedad. Mi vida es una y corta. Mi destino: la eternidad; sí, la
«Esto no es solo un Movimiento, si no que es un estilo de vida».
vida es muy corta, cada momento tiene su valor y quizá nos pasamos días enteros durmiendo y años completos soñando…
O como nos dicen constantemente las señoritas consagradas del Regnum Christi: esto no es solo un Movimiento, si no que es un estilo de vida y es un buen estilo de vida.
Dios nos necesita y quiere que llevemos su palabra a los demás.

FECHA DE PUBLICACIÓN: 2010-02-19








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