martes, 31 de julio de 2012

Telemedicina visión de una joven voluntaria


| APOSTOLADO | NOTICIAS

«Me sorprendió mucho la forma en que las personas necesitadas nos abrieron las puertas de sus hogares».
Ally delante de la unidad móvil.
México, 25 de julio de 2006. Ally es una joven estadounidense de 20 años, estudiante de medicina que buscaba en sus vacaciones de verano hacer algo diferente y productivo.
 Quería ser voluntaria en algún programa de ayuda.
Ella no imaginaba que la vida la traería a México, apenas el país vecino del sur.
Esta es la historia y su testimonio.
“Como estadounidense, al visitar México por primera vez, no sabía exactamente qué esperar de esta experiencia.  
Hay muchos estereotipos que caracterizan a México como un país sumamente golpeado por la pobreza, pero me llevé varias sorpresas”.
Ally llegó a México el sábado 12 de junio a Cotija, Michoacán; en este lugar vivió el primer paso de su carrera de tres semanas como voluntaria en el programa de Telemedicina.
La recibió el director del área de salud de la Fundación Altius, Abraham Campos, el cual fue su anfitrión toda esta primera semana.
Pasando esta semana Ally visitó Tuitán en el municipio de Tequila, Jalisco.
Elizabeth, Mariana e Iván fueron sus compañeros durante su estancia en la montaña; se hospedaron en una casa de la comunidad, mientras que en otra se les ofreció los alimentos de cada día.
Se encontraban ubicadas a 1km del lugar donde atendían a las personas en la unidad móvil de Telemedicina.
“Al principio, me sorprendió mucho la forma en que las personas necesitadas nos abrieron las puertas de sus hogares, dejándonos entrar.
Al final de mi viaje, me di cuenta que todos esos gestos confirmaban lo que ya había percibido a lo largo del mismo, que siempre encontraré un segundo hogar en México”.
Las jornadas de trabajo eran largas; los días que acababa temprano, Ally jugaba con los niños de la localidad fútbol o salía a caminar por los senderos de la sierra a disfrutar del paisaje.

“Durante mi participación en el programa de Telemedicina, estaba impactada por la tecnología de punta que podíamos aplicar en las zonas necesitadas, así como del conocimiento y profesionalismo de los médicos con los que estaba trabajando.
Fue increíble para mí ver cómo servicios que damos por hecho, como tener acceso a un ultrasonido, a un electrocardiograma, o el contar con medicina para la hipertensión o diabetes, puede hacer la gran diferencia en la vida de muchas personas necesitadas” – comenta Ally.
“De hecho uno de los procedimientos más gratificantes y a la vez más simples de mi experiencia como voluntaria, fue el ayudar a que una anciana aparentemente sorda por los años, pudiera oír nuevamente.
Al ver la sonrisa de esta señora que podía reconocer de nuevo las voces y los sonidos, siendo que muchas personas le habían dado la espalda a su problema sin ayudarla, caí en la cuenta de lo especial que es el programa de Telemedicina”.
El domingo 25 salió para Guerrero y estuvo en dos comunidades de Acapulco participando en las actividades médicas que se realizaban.
“Aunque en varias zonas de México ese tipo de pobreza extrema es la realidad de muchas personas, pude descubrir con facilidad que los mexicanos son tan ricamente diversos como los lugares que conocí”.
Así, Ally estuvo tres semanas en México viviendo y compartiendo con el equipo de Telemedicina y la gente del lugar.
Ella termina su testimonio con estas palabras:
“Me siento muy privilegiada por haber formado parte de este programa que brinda ayuda invaluable para los mexicanos que llegué a conocer y amar en apenas unas semanas”.
Si deseas formar parte de algún voluntariado en los programas de la Fundación Altius, escribe a info@altius.org

FECHA DE PUBLICACIÓN: 2006-07-25


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...